Con un discurso enérgico y agresivo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, festejó la absolución del juicio político iniciado en su contra. El mandatario aseguró haber vivido un infierno a lo largo del impeachment y mostró satisfecho la portada del diario The Washington Post con el titular "Acquitted" (absuelto). La escena tuvo lugar durante un acto en la Casa Blanca al que convocó a numerosos congresistas republicanos. Durante el discurso, Trump dirigió sus ataques principalmente contra el senador republicano Mitt Romney, que el miércoles apoyó la moción demócrata en el juicio, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien recogió el guante y lo calificó como "una persona horrible y despreciable". Sobre las acusaciones acerca de una posible influencia de Rusia en las elecciones de 2016, el mandatario expresó que resultaron ser "una mierda". El día empezó temprano para Trump con el tradicional Desayuno de Oración Nacional, donde volvió a referirse a una "caza de brujas que no debería volver a pasarle nunca a un presidente de Estados Unidos".
"Esta no es una conferencia de prensa, no es un discurso. No es nada. Es una celebración", dijo Trump ante un Salón Este de la Casa Blanca colmado por sus partidarios y por medios de comunicación. "Tuve que pasar por un infierno injustamente, y no hice nada mal", se lamentó el presidente.
"Impeachment es una palabra muy fea para mí. Me llevaron hasta las etapas finales del juicio político, pero nunca pensé que una palabra pudiera sonar tan bien: absolución total", expresó el mandatario. Más adelante mostró la tapa del diario The Washington Post que eligió la palabra "Absuelto" para encabezar la edición del día. "El mejor titular que he tenido en el diario", bromeó. La sala lo ovacionó de pie.
Trump dijo que tuvo fortuna por estar junto a gente que lo defiende a capa y espada, en referencia a los republicanos en el Senado, porque caso contrario "esto habría sido un incidente horrible para el país". Aprovechó la ocasión para criticar duramente al senador Mitt Romney, quien el miércoles apoyó la propuesta demócrata en la última jornada de impeachment.
"El único que votó con la oposición fue un tipo que no puede soportar el hecho de que protagonizó una de las peores campañas en la historia", afirmó en referencia a quien fuera candidato presidencial en 2012. "No me gusta la gente que utiliza sus creencias como justificación para hacer algo que saben que está mal", dijo, después de que un emocionado Romney justificara su polémico voto con, entre otros motivos, su fe religiosa.
Luego de calificar a los demócratas de "perversos y viles", arremetió contra la presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, a quien llamó "una persona horrible". Más tarde Pelosi lo acusó de usar el Congreso como el "escenario de un reality show". Agregó que Trump llevará "por siempre la cicatriz" de haber sido imputado.
Trump ensayó un recorrido de su presidencia y los escándalos que dominaron la política de Estados Unidos desde su llegada a la Casa Blanca. Condenó el Rusiagate, del que dijo que "fue todo una gran mentira", y la investigación a su campaña que lideró primero James Comey, y, luego, terminó Robert Mueller. "Primero fue lo de Rusia, Rusia, Rusia: ¡fue todo una mierda!", bramó Trump al respecto.
"Ama a tu enemigo"
Trump había empezado su día después del veredicto de absolución con el Desayuno de Oración Nacional, una cita que suele celebrarse el primer jueves de febrero desde hace más de medio siglo y reúne a políticos de ambos partidos. El Desayuno de este año tuvo como temática la frase "Ama a tu enemigo". Sin embargo, desde que ingresó acompañado por la música presidencial, Trump se dedicó a atacar duramente a sus enemigos.
El mandatario reiteró que todo el proceso se trató de una caza de brujas prácticamente desde el día en el que fue elegido candidato republicano a la Casa Blanca por parte de los demócratas y sus simpatizantes. Se refirió al proceso por el que acaba de pasar como un "terrible calvario".
Trump destacó que el impeachment obedeció únicamente a "motivos políticos", sin fundamento jurídico, por lo que consideró que "esto no debería volver a pasarle nunca a un presidente de Estados Unidos". Como contrapartida, valoró que que el impeachment logró "unir al partido republicano como con pegamento" y hacer que el apoyo de los estadounidenses a él y a los republicanos esté en "su cifra más alta" de los últimos años.
La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, impulsó el pasado septiembre el tercer proceso de impeachment en la historia de Estados Unidos contra un presidente. El presidente norteamericano había sido acusado de dos cargos: abuso de poder y obstrucción a la investigación en el Congreso. En ambos fue absuelto.