El Ministerio de Cultura de la Nación finalmente designó al (otra vez) hombre al frente del Instituto Nacional del Teatro (INT). Es el mendocino Gustavo Uano, que ya ocupó la Secretaría General del organismo, del que además fue representante regional del Nuevo Cuyo. Reconocido en su región por su labor en dramaturgia, docencia y producción, fue uno de los funcionarios del INT que se opuso fuertemente a la gestión de su antecesor, el director saliente Marcelo Allasino. De hecho, en su primera declaración pública, el flamante directivo sentenció: “Espero podamos dar una vuelta de página rápidamente, encontrarnos con los teatristas en el trabajo para devolverle las funciones al organismo que la ley le ha conferido y que le fueron cercenadas en los últimos años.” Su nombramiento fue celebrado por un grupo de representantes provinciales.

En su extenso currículum teatral figuran recorridos diversos en varias áreas relacionadas con las artes escénicas, entre ellas actuación, dirección, investigación y gestión cultural. Recientemente coordinó la programación del espacio Incaa/Cine Teatro Imperial de Maipú, en Mendoza, y en la actualidad se desempeña como profesor de la Universidad Nacional de Cuyo, donde él mismo se recibió. Según el texto que difundió la cartera cultural junto a la noticia de su designación, los antecedentes de Uano “pronostican una fructífera gestión al frente del organismo nacional más importante dedicado a la promoción y apoyo de la actividad teatral en todo el país”, dado que cuenta “con una gran impronta federal y amplia experiencia en espacios de gestión pública”.

En una entrevista que dio esta semana a un medio local, el flamante director ejecutivo sostuvo, ante la pregunta sobre su idea de gestión, que le gustaría poder llegar con el teatro “a la mayor cantidad de ciudadanos de esta tierra tan heterogénea”. “Que sea una oferta muy accesible y que el teatro sea una oferta más dentro de la canasta básica de consumo cultural. Y por qué no del consumo nutricional, porque el teatro es síntesis de otras artes. Es un espacio de distensión social, que nos da la posibilidad de formar un juicio crítico, reflexionar, conectar con la idiosincrasia propia”, amplió.

Como sucedió con otro espacio conflictivo -el Teatro Nacional Cervantes-, Bauer puso en el puesto a alguien de confianza entre integrantes del Frente de Todos. Sólo que en ese teatro los conflictos vienen siendo entre la dirección y los trabajadores y en el INT se dan entre miembros del propio órgano colegiado que lo dirige. Así, el flamante director ejecutivo tendrá que tener la cintura política para negociar con los demás representantes del más escandaloso de los organismos culturales, y también asumir el lugar que ocupó hasta ahora: fue una de las partes responsables de que el quehacer teatral se viera perjudicado por el conflicto interno.

Por lo pronto, los apoyos políticos de Uano son Maxi Uceda, secretario de Gestión del Ministerio de Cultura, y la senadora Anabel Fernández Sagasti, quien fuera candidata a gobernadora por su provincial natal. A ellos le agradeció la confianza en su “capacidad y condiciones” para desempeñar “tan importante servicio”, como es la gestión del INT. “Me interesa que pongamos las energías nuevamente en la misión que tiene que cumplir por ley: asistir y fomentar el desarrollo del teatro independiente en todos los confines del territorio nacional, provincial y también del interior del interior”, declaró.