El video en el que se registraron algunas escenas del ataque mortal sufrido por Fernando Báez Sosa fue hallado en el celular del rugbier Lucas Pertossi, uno de los diez detenidos por el crimen. Las imágenes duran entre diez y quince segundos, hasta que se interrumpen porque el propio Pertossi deja de filmar para agredir a un amigo de Fernando que intenta ayudar a la víctima. Además de las imágenes se escucharían expresiones violentas alentando a los que golpean, como “pegale”, “matalo”. La información extraoficial afirma que las imágenes son de muy buena calidad, pero no se precisó si es factible identificar a los que pegan o si permiten avanzar sobre la hipótesis de que los golpes más graves fueron tres, por medio de pisotones o puntapiés sobre un Fernando que no tuvo tiempo de asumir una actitud defensiva que mitigara la andanada.

Por otra parte, circuló la versión de que este viernes se conocería la resolución de la fiscal Verónica Zamboni respecto de la situación procesal de los diez detenidos. Todo hacía pensar, hasta ahora, que se solicitaría la prisión preventiva de los diez, aunque por calificaciones diferentes, como “coautores” o como “partìcipes necesarios” del delito de“homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Con posterioridad, otras fuentes consultadas por Página/12 relativizaron esa posibilidad porque “es un caso complejo, con muchos imputados. Hay que revisar muy bien los roles de cada uno, la autoría, en una causa que está siendo seguida por todo el país”. La Fiscalía tiene un plazo de quince días, más una prórroga por otros quince. Hasta ahora, no hubo ninguna presentación formal de ninguno de los acusados para prestar declaración indagatoria. Al inicio, todos se negaron a ejercer ese derecho, por consejo de su defensor.

Consultado sobre el contenido del video, el abogado querellante Fernando Burlando le dijo a este diario que mandaron a hacer una copia, pero “todavía no la recibimos, porque eran casi cinco tera bytes”.

Además del video hallado en el celular de Lucas Pertossi, en los nueve aparatos secuestrados habría también expresiones violentas y racistas, mensajes incriminatorios entrecruzados entre los agresores, desde el comienzo de los incidentes, dentro del boliche Le Brique, fuera del local, en la calle, e incluso cuando ya se habían retirado del lugar, sin preocuparse por el estado de salud de Fernando. La querella tiene especial interés en analizar punto por punto las comunicaciones de WhatsApp, los intercambios entre los rugbiers.

El video que estaba en el iPhone de Pertossi forma parte del trabajo realizado en Mar del Plata por la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal.

El video era de buena calidad en cuanto a su peso, dado que no había sido enviado sino que estaba sin comprimir, dentro del celular. Un cable de la agencia de noticias Télam señaló que “son buenas tomas (las del video). Y es una información muy contundente, porque en la secuencia se advierte una premeditación desde el inicio: hay uno del grupo que se aleja y se predispone a hacer la filmación desde el inicio de la pelea", según fuentes cercanas a la investigación. Las imágenes suman detalles de importancia a las registradas por las cámaras de seguridad del municipio, sobre la avenida 3, donde está Le Brique. Allí se ve cómo los del grupo agresor primero se aleja por la vereda del boliche, acompañados por unos policías, y como regresan luego por la vereda de enfrente, para sorprender por la espalda a Fernando, que estaba tomando un helado.

En el video del celular, se comprueba que el joven estaba “como distraído, dándoles la espalda a sus agresores, que lo sorprenden cuando está hablando con algunos de sus amigos”. La hipótesis que existe es que se trató virtualmente de “una emboscada” que por las características y la cantidad de atacantes, en ningún momento le dio a la víctima la posibilidad de ejercer algún tipo de defensa.

“Y cuando alguien no intenta defenderse, los golpes son más rotundos y dañinos”, comentaron fuentes consultadas por este diario.

El video tomado por Pertossi tiene dos elementos que superan en importancia, a nivel judicial, las imágenes tomadas con celulares por testigos y por las cámaras de seguridad. Por un lado, demuestra que uno de los integrantes del grupo quería dejar registrado “el momento” de la supuesta hazaña machista y por el otro, agrega detalles puntuales de la golpiza y de los golpeadores, desde una ubicación preferencial que nadie tuvo.

Como el video muestra los segundos previos al ataque, esto podría sustentar la idea de la querella de que hubo premeditación y “homicidio por placer ”. Por todo esto se considera que es el material “más incriminatorio que tienen en sus manos la fiscalía y la querella”. Todos los datos, incluyendo el video, fueron extraídos de los nueve equipos secuestrados a los diez rugbiers imputados. 

La pericia incluyó, además del iPhone de Pertossi, otros cinco equipos similares: el iPhone 3 negro que pertenece a Máximo Thomsen (20), uno de los acusados de ser coautor del homicidio, y los de Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19), cuyo equipo "7 Plus", de color negro, tiene la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.
También fueron analizados con dispositivos de extracción de datos (Ufed) el Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpearon a Fernando; un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (18), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (19).