Ya pasaron los tiempos en los que Mauricio Macri se animaba a afirmar que no les creía a las mujeres cuando decían que no querían escuchar piropos. “En el fondo, les gusta”, indicó hace tres años. “Incluso si te dicen una grosería como que lindo culo que tenés”, graficó aquella vez Macri su incredulidad sobre que no estuvieran interesadas en su opinión sobre el cuerpo de ellas. En esa oportunidad, Laura Alonso lo defendió (llamó “amargas” a quienes no aceptaban piropos), Paula Bertol se diferenció, mientras que Maria Eugenia Vidal contó que tuvo una conversación en privado con Macri al respecto. Ayer la gobernadora bonaerense y el presidente se mostraron juntos en Florencio Varela en un comedor comunitario, rodeados de voluntarias, donde dieron una imagen tradicional del Día de la Mujer. No hubo alusión alguna a la marcha ni al paro internacional de mujeres.

A la hora de construir la imagen del presidente, el equipo de comunicación busca siempre mostrarlo con mujeres. Sostienen que eso lo “suaviza” o incluso que lo “humaniza”. Ayer buscaron que el presidente se viera rodeado de mujeres, a diferencia de lo que ocurre en las reuniones de gabinete (cuando solo pueden aparecer su ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, de Seguridad, Patricia Bullrich, su canciller Susana Malcorra o la vicepresidenta Gabriela Michetti; el resto son todos varones). 

El lugar elegido fue el comedor comunitario Medalla Milagrosa. Allí el presidente se reunió con un grupo de voluntarias a las que “felicitó en el Día Internacional de la Mujer”, en un intento por retornar a un contenido tradicional para lo que ayer fue en la Argentina (y en otros 52 países) una fecha de protesta. Lo acompañaron Stanley y Vidal. Compartieron un desayuno, en el que el presidente destacó el rol de la mujer en la iniciativa social. Por último, Macri les agradeció a la tarea, dado que “llevan a muchos argentinos por el camino de la solidaridad y el compromiso por el otro”, según informó a través de un comunicado. 

Algunas imágenes del encuentro luego fueron difundidas exclusivamente a través de Snapchat. Allí aparecieron testimonios de las voluntarias, seguido de imágenes del desayuno que compartieron en el que lo que dicen es solo un lejano murmullo. Por último, se lo ve a Macri que dejó un saludo sin hacer la más mínima alusión a los reclamos de la masiva movilización: “Feliz día para todas. Gracias a todo lo que nos dan, por habernos traído al mundo, por darnos tanto amor. Por siempre marcarnos un camino”, afirmó.

En el comunicado oficial de Presidencia, indicaron que el Programa de Abordaje Comunitario acompaña la labor de organizaciones que trabajan en los barrios y que brindan servicios alimentarios a niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas, madres lactantes y adultos mayores. El comedor funciona bajo la órbita de la Fundación “Padre Miguel”. Su titular, el cura Miguel Hrymacz, solía mostrarse crítico del Gobierno anterior: “La desigualdad interna es cada vez mayor. Prometen desde siempre la distribución de la riqueza y no hay nada de eso”. Ayer no se le escucharon cuestionamientos a la situación social.