Producción: Jeremías Batagelj
“Sufrimos el machismo”
Florencia, Clara, Nicole, Teresita, Catalina (estudiantes): “Estamos emocionadas. Poder venir hoy, juntas, a la plaza a festejar el día internacional de la mujer de la manera que nosotras queremos y no de la forma en la que nos enseñaron. El año pasado terminamos el colegio secundario y allí experimentamos, todo el tiempo, la violencia machista: preceptores que nos gritaban ´que pollerita corta que tenés´, compañeros que nos trataban mal o que no querían comprender la problemática de género. Incluso, discutíamos con ellos porque se sentían con el derecho de piropearnos, creyendo que a nosotras nos gustaba y nunca pidieron nuestra opinión. Pero así como sufrimos en carne propia el machismo, también tuvimos profesores y profesoras que nos enseñaron sobre educación sexual, que nos explicaron acerca de las sociedades patriarcales y que profundizaron en nuestros derechos como mujeres. Por eso, de la manifestación rescatamos y festejamos el espíritu de lucha de las mujeres, pero no nos conformamos y seguimos reclamando por Ni una menos”.
“Mi familia jamás dijo nada”
Iliana Aguirre (jubilada): “Hace años, que esta plaza esté repleta de mujeres era impensado. La mujer era acallada, golpeada, maltratada. En mi caso particular, cuando era chica sufrí el abuso de un tío y mi familia, que siempre supo toda la historia, jamás dijo nada. Yo también me callé y me olvidé de la situación durante cuarenta años. Me cuesta hablar de eso, pero no sé si en otra época hubiese podido contar lo que me sucedió. Y por eso me emociona ver hoy tantas chicas defendiendo nuestros derechos como mujeres, gritando Vivas nos queremos. Escuché por la televisión que cada 30 horas muere una mujer y eso es algo que me angustia. Y también me causa rabia que el Estado no haga nada para frenar tantos femicidios. Por eso, con mi amiga no sabemos si celebrar el hecho de estar vivas o si pensar al punto que hemos llegamos como para tener que festejar ese suceso que debería ser de lo más normal”.
“A años luz de la paridad”
Juan Morato (empleado público): “Para Sabina, la más chica, es su primera marcha. Silvina ya me acompañó el año pasado a las primeras manifestaciones de NiUnaMenos. Como padre, siento que mi misión es remarcarles que tienen los mismos derechos que cualquier hombre, que pueden elegir qué hacer de sus vidas. Si quieren jugar a las muñecas o al fútbol, que sólo dependa de ellas. Y hoy vengo por eso: para que se respete a las mujeres. Para que no las maten más. Para que no las violen más. Para que haya igualdad. Criar dos hijas en una sociedad machista prácticamente es de terror, porque cualquier tipo siente que la mujer es de su propiedad y puede hacer con ella lo que quiera, como si fuera un objeto que le pertenece. ¿Qué es lo que más me preocupa? La inseguridad cotidiana y la falta de libertad que sufren las mujeres. Espero pecar de pesimista, pero creo que estamos a años luz de construir una sociedad con paridad de género donde ellas se sientan libres y seguras”.
“Dar una fuerte batalla”
Ana Paula Pérez y Laura Levin: “Estamos en medio de una gran transformación y hoy participamos de la marcha porque queremos ser parte de este colectivo que convierte el miedo de la mujer en una pulsión que contribuye a una sociedad más igualitaria. En los últimos quince años, observamos en Latinoamérica cómo varias mujeres se convirtieron en líderes y ocuparon cargos importantes en la función pública, lo que obligó a los hombres, como pocas veces en la historia, a callarse y tener que escuchar. Pero este cambio es un proceso lento y afecta a todos los sectores de la sociedad. En el campo cultural es donde hay que dar una fuerte batalla porque la imagen de la mujer se sigue exhibiendo como algo superficial. No puede ser que haya notas periodísticas que analizan el vestido que llevaba puesto tal mujer o bien programas de televisión que siguen haciendo ‘la vueltita’. La representación de la mujer en los medios sigue siendo algo a corregir”.
“No vinimos a festejar”
Alhue (activista): “Está bueno ver cómo se refleja, en la plaza, la lucha de la mujer. Pero que se entienda: no vinimos a festejar sino a reclamar por lo que nos corresponde. Para conseguir la igualdad de género no sólo hay que visualizar la problemática de la violencia machista que se ejemplifica cotidianamente en el acoso callejero, sino también exigir los derechos que aún no nos fueron brindados por el Estado, tal como el aborto legal. Es necesario que existan normas que garanticen la libre elección de la mujer, a la vez que se capacite a médicos y otros profesionales de la salud para contener, acompañar y asistir la decisión de las mujeres. No puede ser que mientras año tras año miles de chicas mueran en clínicas clandestinas, en el Congreso de la Nación se oculte el tema, al punto que los legisladores no den la cara y expresen su opinión. Por eso volvemos a cantar: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
“Cómo modificar la crianza”
Eugenia Benedetti: “Esta manifestación es especial para mí porque vine con mi hijo varón y es un claro símbolo de cómo modificar la crianza y dejar de reproducir una estructura patriarcal. Me entusiasma compartir esto con él porque si bien ahora no entiende nada y lo tengo que traer en cochecito, espero que en unos años mi hijo incorpore los valores que se reflejan en esta plaza: igualdad, representatividad, solidaridad. También es importante entender que nuestros derechos van más allá de erradicar la violencia de género que puede llegar a efectuar un hombre violento contra una mujer, sin olvidar que es el problema más inmediato a atender, sino que también reclamamos por los derechos a decidir sobre nuestro cuerpo, tener las mismas oportunidades laborales, eliminar las brechas salariales, exigir el mismo trato, o bien, la división de las tareas cotidianas de forma equitativa”.