(Desde Santa Fe)
El gobernador Omar Perotti le pidió ayer a la Legislatura que declare a la provincia en “estado de necesidad pública”, como se llama ahora a la crisis “económica, alimentaria, sanitaria, financiera y en seguridad”, hasta el 30 de junio de 2021. El proyecto de ley ingresó por el Senado y, entre otras cosas, solicita financiamiento por 27.000 millones de pesos para tapar el bache fiscal que dejó Miguel Lifschitz: 15.000 millones que serían destinados a reconstruir el Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (FUCO), vaciado antes del cambio de gobierno, y otros 12.000 millones para pagar la mitad de la deuda flotante que asumió el socialista y ya supera los 27.000 millones. Más, fondos específicos para afrontar la emergencia social y alimentaria (2.500 millones), sanitaria (2.500 millones), en seguridad (2.000 millones), auxiliar a municipios y comunas, extender el congelamiento de tarifas eléctrica y agua por 180 días y sostener el boleto educativo. Según el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, en la Legislatura “hay conciencia de que estas herramientas son necesarias” para sacar a Santa Fe de una “situación de vulnerabilidad fiscal”, como la califica el mensaje del Poder Ejecutivo. El ministro observó que “ha bajado la confrontación política” y que la ronda de diálogo en la Casa Gris con bloques opositores aportó un “clima de sinceridad y de mirar las cosas como son”. “Esta es la realidad”, le dijo a Rosario/12.
Borgonovo cree que mejoró el trato con la oposición. “El resultado fue bueno”. “Estamos en una situación muy distinta” a la de diciembre, cuando Perotti pidió la emergencia, el Senado bochó la de seguridad y en Diputados, el bloque de Lifschiz la mandó al archivo. “La ley que enviamos ahora incorporó los planteos de los legisladores. Tiene muy definido el destino de los fondos y las operaciones de crédito que se piden. Y es una fuerte apuesta a solucionar la crisis alimentaria. Todos sabemos que más allá del gran aporte que será la Tarjeta Alimentar (que asigna entre 4.000 y 6.000 pesos a niños y niñas menores de seis años) queda un universo de 140 mil personas en Santa Fe con una Tarjeta Ciudadana que es la provincial de apenas 300 pesos, lo cual es una vergüenza para todo el arco político”, dijo el ministro. Y a esto hay que agregarle “los fondos para Salud, la asistencia a municipios y comunas, sostener el congelamiento de tarifas por 180 días y el boleto educativo. Hay necesidades objetivas que la mayoría de los bloques reconoce”, aseguró.
Cuando se le pidió una estimación total del endeudamiento, Borgonovo mencionó los 12.000 millones para pagar las “deudas vencidas y exigibles a cortísimo plazo” que dejó Lifschitz y los 15.000 millones para recomponer el FUCO. “Los 12.000 millones de pesos se necesitan para atender la deuda flotante, la deuda consolidada y renegociar contratos. Ahí hay una finalidad concreta. Si en vez de esa cifra nos autorizaran 13.000 millones no podríamos gastarlos en otra cosa. Acá no hay gastos corrientes, ni nada, son para pagar deudas que asumió el gobierno anterior y no las pagó. Clarito como el agua”.
“Después, están los 15.000 millones para el FUCO, que es el colchón financiero con el que funciona la provincia tradicionalmente para atender disponibilidades transitorias, que es una necesidad”, explicó Borgonovo. Y recordó que fue el propio Lifschitz quien “autorizó por decreto que se utilizara un 100 por ciento” del Fondo. Porque primero era un 50%, después un 80% y ahora el 100%, con lo cual ya hay un reconocimiento explícito (del socialismo) de la necesidad de contar con esa herramienta. Y además, los dos fondos para alimentación y salud (de 2.500 millones de pesos cada uno) y seguridad de 2.000 millones. “El pedido de asignación directa es de 1.000 millones, pero se destinan a ese fondo las multas de seguridad vial y otros recursos. Lo calculamos en 2.000 millones”, agregó.
—¿Cree que la Legislatura puede sancionar la ley?
—Hay que seguir conversando, estamos muy cerca. Creemos que hay conciencia de que estas herramientas son necesarias. Ha bajado la confrontación política y las reuniones se realizaron en un clima de sinceridad y de mirar las cosas como son.
Al describir la “situación de vulnerabilidad fiscal” de la provincia, el mensaje de Perotti recuerda el “déficit fiscal” de 18.200 millones de pesos en 2019 que le dejó Lifschitz "como consecuencia de gastos consumados no registrados por falta de crédito presupuestario” y agregó el déficit de 2020 en el presupuesto que el ex gobernador le armó antes de asumir, que ronda los 8.130 millones.