San Lorenzo fue goleado 4-0 por Flamengo, en su debut en el Grupo 4 de la Copa Libertadores, que comparte con Universidad Católica y Paranaense, su próximo rival, el próximo miércoles 15 en el Nuevo Gasómetro.

Le costó hacer pie al conjunto de Diego Aguirre en el comienzo, porque el Flamengo dominaba la pelota e imponía el ritmo. Fruto de ese buen juego llegó la primera chance para el local, que tuvo el gol en los pies de Everton, pero el rebote en el palo derecho de Torrico lo evitó. Esa jugada pareció despertar al visitante, que llevó peligro al arco de Muralha dos veces. Pero la más clara fue un cabezazo de Montoya, a la salida de un corner, que rozó el poste.

Con esta presentación de credenciales, San Lorenzo emparejó el trámite, aunque el cotejo perdió nivel de calidad y creció en acciones friccionadas. Las chances más claras las generaban Cerutti, ganándole las espaldas a Trauco, y Paolo Guerrero, que imponía su estatura, pero cada vez que giraba para rematar encontraba a un jugador visitante que se interponía y que, además, estaba demasiado solo para  luchar contra la defensa visitante. Ese panorama cambió para el delantero peruano cuando Berrío reemplazó al lesionado Mancuello. El delantero colombiano desequilibraba por el costado de Montoya, pero también al resto de la última línea visitante por su movilidad y velocidad. No fue suficiente para quebrar el 0-0 con el que se cerró el primer tiempo.

Renovó su ímpetu el equipo brasileño en el arranque del complemento, y sin acumular méritos llegó al 1-0. Lo marcó Diego de un tiro libre concedido por una infracción de Angeleri centímetros antes de la raya del área grande.

Con el resultado en contra, los once de Aguirre tomaron riesgos, se adelantaron en el campo, pasaron a controlar el desarrollo y preocuparon  con más asiduidad a Muralha. Sin embargo, Flamengo estiró diferencias. El 2-0 llegó con un zurdazo de Trauco disparado desde afuera del área, en una jugada que parecía diluirse en la intrascendencia.

El segundo tanto fue un baldazo de agua fría para el equipo argentino, que bajó los brazos y permitió que los brasileños jugaran a voluntad. Por eso no extrañó que llegara el tercer gol de Flamengo, señalado por Rómulo. San Lorenzo se desarmó por completo y permitió la goleada de Flamengo, que convirtió el cuarto con un golazo de Gabriel, minutos después de que Torrico le contuviera un penal a Guerrero.