Puede sonar increíble, teniendo en cuenta la histórica tendencia de la Academia de Hollywood de premiar a las grandes estrellas de la pantalla grande, que ni Brad Pitt ni Joaquin Phoenix tuvieran un Oscar en sus vitrinas. Pero la racha se cortó anoche con el reconocimiento al primero como Actor de Reparto por su trabajo en Había una vez….en Hollywood y al otro como Actor Principal por su escalofriante Arthur Fleck en Guasón. Dos premios cantados, dado que ambos se habían impuesto en sus respectivas ternas en prácticamente todas las ceremonias de la temporada de premios de Hollywood. Tampoco hubo sorpresas entre las mujeres, con triunfos para Laura Dern y Renée Zellweger.

El recorrido de Brad Pitt 

Para ninguno de los ganadores fue su debut en el Dolby Theatre. Brad Pitt tuvo su primera nominación como Actor de Reparto por Doce monos (1996), de Terry Gilliam, aunque cayó ante el imbatible Kevin Spacey de Los sospechosos de siempre. Recién volvió en 2009 por su protagónico en aquella ridiculez llamada El curioso caso de Benjamin Button, en la que un Pitt cubierto de maquillaje y/o efectos especiales hacía de un hombre que nacía con el cuerpo de una persona de 80 años y que con el transcurso del tiempo iba rejuveneciendo. Nuevamente derrotado, ahora ante Sean Penn (Mi nombre es Harvey Milk), el 2011 lo encontró otra vez en Reparto por El juego de la fortuna, mientras que en 2015 finalmente logró subir al escenario para empuñar la estatuilla de Mejor Película de 12 años de esclavitud, de la que fue productor. Cuando parecía que marchaba al panteón de actores famosos a los que la Academia reconoce con algún premio honorífico tardío, llegó Quentin Tarantino para ofrecerle el papel del doble de riesgo Cliff Booth en Había una vez…en Hollywood. A él le dedicó el triunfo: “Es original y único. La industria no sería la misma sin él, siempre busca lo mejor”, dijo sobre el escenario.

La carrera de Joaquin Phoenix

Joaquin Phoenix tuvo su primera nominación como Actor de Reparto por su inolvidable tirano malvado en Gladiador, pero perdió frente a Benicio del Toro (Traffic). Cinco años después lo ternaron en Actor Principal por su Johnny Cash de En la cuerda floja, aunque no pudo frente al Truman Capote de Philip Seymour Hoffman. Su última vez en el Oscar había sido en el rubro interpretativo principal en 2012 gracias a The Master, y tampoco había tenido suerte. 

Si alguna vez Phoenix ganaba, no podía hacerlo con un rol tradicional, académico, de método. Tampoco era esperable que diera un discurso tradicional. Y así fue: “No me siento elevado por encima de ninguno de mis compañeros de nominación”, dijo antes de apuntar contra el comportamiento del ser humano con el planeta y recordar a su hermano River, fallecido en 1993, quien le marcó su camino en el cine y le vaticinó que sería más famoso que él.

El recorrido de Laura Dern

Los rubros interpretativos femeninos tampoco depararon sorpresas. Laura Dern confirmó el segundo aire que le insufló a su vida artística la serie Big Little Lies llevándose un Oscar casi 30 años después de su trabajo en Noches de rosa, que en 1992 le valió la primera de las dos nominaciones que tenía hasta este año (la segunda había sido en la categoría Reparto por Alma Salvaje, en 2014). 

No es el primer Oscar de Renée Zellweger

Renée Zellweger, por su parte, cortó su alejamiento de Hollywood con una mimética interpretación de Judy Garland en la biopic Judy, y coronó una temporada de ensueño recibiendo su segundo Oscar en su cuarta nominación, luego de haber ganado como Actriz de Reparto en 2004 por Cold Montain (sus nominaciones anteriores habían sido por El diario de Bridget Jones y Chicago, en 2002 y 2003).