Luego de la durísima derrota en el clásico de Avellaneda, el plantel de Independiente arrancó su semana intentado dejar atrás lo sucedido en la Superliga y con la cabeza puesta en el partido de este jueves ante Fortaleza de Brasil, correspondiente a su debut en la primera fase de la Copa Sudamericana.

"Es un resultado deportivo que daña lo anímico, pero a partir de esto trataremos de mejorar de cara al futuro", había indicado tras la increíble caída ante Racing el entrenador Lucas Pusineri, quien tendrá la difícil tarea de cambiar el chip de sus jugadores de cara a la cita ante los brasileños, una buena excusa para intentar olvidar momentáneamente lo sucedido en el Cilindro.


Fortaleza, un humilde club del noreste de Brasil que hasta 2017 militaba en la tercera división, dio la sorpresa al terminar el Brasileirao pasado en el noveno puesto y acceder al certamen continental. El partido de ida se jugará desde las 21.30 en el Libertadores de América y la revancha será el 27 de febrero en el estadio Castelao.

En el entrenamiento a puertas cerradas de este lunes por la mañana en Villa Domínico, el cuerpo técnico contó con casi todo el plantel a su disposición. Los que jugaron más minutos ante Racing realizaron trabajos regenerativos, mientras que el resto completó una rutina física con algunos ejercicios con pelota.

Una novedad para el jueves podría ser el retorno de Alexander Barboza, quien se quedó afuera del clásico por una descompostura en las horas previas al partido. El ex River Plate y Defensa y Justicia se entrenó con normalidad y seguramente ocupará la zaga central con Alan Franco en lugar del juvenil Sergio Barreto y mientras el uruguayo Gastón Silva sigue lidiando con una lesión en el tobillo derecho.