"Es un gesto que hay que valorar", sostuvo el dirigente radical Ricardo Alfonsín respecto a su nombramiento como embajador argentino en España. Alfonsín estuvo este lunes en la Casa Rosada para dialogar con el presidente Alberto Fernández y luego pidió a la dirigencia política un esfuerzo para superar la llamada "grieta". Fernández también recibió a Alicia Castro, quien fue designada embajadora en Rusia.

Alfonsín evaluó que los rechazos dentro del radicalismo a su designación fueron minoritarios y que una "inmensa mayoría" se mostró a favor, entre quienes nombró a los gobernadores Gerardo Morales, Gustavo Valdes y Rodolfo Suárez y a los legisladores nacionales Martín Lousteau y Carla Carrizo. 

"Tenemos que trabajar mucho todos los políticos, sobre todo los que tienen de una u otra manera posibilidad de influir en la sociedad para que se termine este tipo de relacionamiento entre las fuerzas políticas caracterizado por la afrenta, el agravio, la descalificación, porque así no se resuelven los problemas en ningún país. La historia lo demuestra", concluyó Alfonsín.

Por otro lado, quedó confirmada la designación de la actual subsecretaria del Mercosur, María "Marilita" del Carmen Squeff, como nueva representante argentina en las Naciones Unidas, uno de los pocos casilleros de importancia que todavía quedaba por completar en el organigrama de la Cancillería en el exterior. El nombre de Squeff ya había circulado días atrás como candidata para el Vaticano, cargo que finalmente quedó para María Fernanda Silva.