El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU un "rechazo completo" del plan de paz para Medio Oriente presentado por el presidente estadounidense, Donald Trump, que favorece fuertemente a Israel.
"Ni este plan ni ninguna de sus partes deberían ser considerados como una referencia internacional para negociaciones. Este es un plan israelí-estadounidense que busca cerrar la cuestión palestina", defendió en un discurso.
"Rechazamos este acuerdo, y es suficiente con nuestro rechazo, porque aleja a Jerusalén Oriental de la soberanía palestina", declaró Abbas durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York. "Este acuerdo convierte a nuestra gente y a nuestro país en asentamientos separados sin control sobre el agua, el espacio aéreo y las tierras, y pone fin a la causa de los refugiados", agregó el líder palestino, quien aseveró que la implementación del plan "terminará en la destrucción del proceso de paz".
Al mismo tiempo, ratificó el compromiso de Palestina con la paz en condiciones apropiadas para ambas partes. "Hoy he venido ante ustedes para decirles que la paz entre israelíes y palestinos todavía es posible. He venido para construir una asociación internacional para lograr una paz justa, integral y duradera", dijo Abbas.
"Me gustaría llamar al pueblo israelí para decir que la ocupación continua y el control militar de otro pueblo no ayudarán a lograr su seguridad. Solo tenemos una opción. Tenemos que ser socios, tenemos que ser vecinos, cada uno en su propio país, país soberano", sostuvo el presidente palestino.
Abbas, entre otras cosas, denunció que la propuesta presentada la semana pasada por el presidente estadounidense, Donald Trump, plantea un Estado palestino inviable, con un territorio fragmentado que comparó con un "queso gruyere suizo"."¿Aceptarían ustedes esto?", dijo a los miembros del Consejo mientras mostraba el mapa planteado por Estados Unidos. La iniciativa estadounidense, para la cual los palestinos no fueron consultados, contempla legalizar la anexión israelí de grandes extensiones de los territorios palestinos de Cisjordania, incluyendo las colonias israelíes y el Valle del Jordán.
Los palestinos pretenden que Cisjordania sea el corazón de su futuro estado, que incluya la Franja de Gaza y que tenga a Jerusalén este como capital.