Pedro Etchebest, el empresario que hizo la denuncia que dio origen a la investigación sobre espionaje y extorsiones que tramita en Dolores, tuvo su teléfono pinchado en una causa por estafa que tenía a cargo el fallecido Claudio Bonadio, y fue antes de que estallara el llamado “D’Alessiogate”. La novedad es que finalmente su abogada, Natalia Salvo, fue notificada de que Etchebest no estaba imputado en el expediente. Entonces la gran pregunta es: ¿por qué y para qué se lo escuchaba? “La utilización del Poder Judicial para espionaje y armado de causas armadas”, definió Salvo al respecto.
El dato sobre la intervención al teléfono de Etchebest apareció el año pasado en una resolución del juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, a cargo de la causa que tiene como protagonista a Marcelo D’Alessio, pero que dejó al descubierto una serie de operaciones que desplegó, según describió ya el juzgado, en sociedad con funcionarios judiciales, como los fiscales Carlos Stornelli y Juan Bidone, con miembros de la Agencia Federal de Inteligencia, ex policías, periodistas y --se sospecha-- funcionarios. La Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DaJuDeCo) le informó el año pasado a Ramos Padilla que el teléfono del empresario había estado intervenido en una causa caratulada “Burgos Diego y otros s/Estafa en tentativa” que instruía Bonadio. Este a la vez había sido denunciado por Etchebest, al igual que Stornelli, en la presentación original en Dolores donde contó la extorsión de D’Alessio, que le pedía dinero para que no quedara implicado en la causa de los cuadernos.
La abogada Salvo pidió una explicación y finalmente el jueves pasado, el juez Sebastián Casanello (que subrogaba el juzgado de Bonadio) le informó que Etchebest no estaba imputado pero que, dadas las circunstancias, ella podría acceder a consultar el expediente y sacar fotocopias para rastrear el presunto espionaje ilegal en su contra. La pista en la causa de Dolores la habían dado los ex policías Ricardo Bogoliuk (también hombre de la AFI) y Aníbal Degastaldi, que están presos, cuando contaron que D’Alessio les había dicho: “Tengan cuidado con el viejo (por Etchebest) que tiene el teléfono intervenido”.