El ajuste de Mauricio Macri tiene sus consecuencias. La Universidad Católica Argentina señaló en su informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina que la pobreza aumentó un 32, 9 por ciento en el tercer trimestre de 2016 y la indigencia subió a 6,9 por ciento. En casi un año de gestión PRO 1,5 millones de personas pasaron a ser pobres y 600 mil cayeron en la indigencia.
Las cifras dadas a conocer hoy muestran un empeoramiento del cuadro social. La UCA había relevado que en abril de 2016 la pobreza ascendía a 32,6 por ciento y la indigencia a 6,2 por ciento.
Los indicadores sociales son los peores de los últimos años y no hacen otra cosa confirmar el impacto de las políticas económicas del Gobierno: Macri sumó en el primer tramo de gestión un millón y medio de nuevos pobres y 600 mil nuevos indigentes.
"La desigualdad persistente y la pobreza estructural son resultado de un modelo económico-productivo concentrado y desequilibrado con efectos de exclusión y desigualdad a nivel socio-laboral", explica el informe de la UCA presentado po el titular del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia. El estudio que mide la pobreza y la desigualdad según los ingresos de los argentinos señala, además, que durante el último año, “las medidas de ajuste económico” y la “rezagada inversión privada y pública”, entre otros factores, “habrían agravado el escenario de crisis, más recesivo y adverso en materia de empleo y poder adquisitivo para amplios sectores sociales”.
Los tarifazos y las políticas económicas adversas de Macri tienen su reflejo en la realidad de miles de argentinos: en un año, 232.286 trabajadores perdieron su empleo, según el Centro de Economía Política Argentina, y la situación económica de un gran sector de la población se agravó. Ahora, estos índices de la UCA lo confirman, al indicar que hay en total 2,7 millones de indigentes y 13 millones de pobres.
"Si bien este shock habría sido mucho más fuerte durante el primer semestre del año, la situación no se habría revertido durante la segunda parte del año. El proceso habría generado un mayor deterioro laboral y en los ingresos de los sectores medios bajos informales, así como una profundización de la indigencia en los sectores más vulnerables", dice el informe.
El estudio de la UCA también señala que las brechas sociales se acrecentaron durante este período. "La evolución de distintos indicadores de las condiciones materiales no ha sido equitativa al interior de la estructura social. Los más perjudicados en lo que respecta a las capacidades de subsistencia fueron los hogares de estratos muy bajos y de espacios segregados", concluye.