En los próximos días, los nombre PIMCO, Templeton y Fidelity, entre otros, se van a hacer usuales en las charlas económicas. Son algunos de los poderosos grupos inversores con posición fuerte como tenedores de títulos de la deuda argentina. Son los que están sentados del otro lado de la mesa en la pulseada por la reestructuración de la deuda argentina.
Fidelity jugó un papel clave en el rechazo a la propuesta de canje del bono BP21 que propuso Axel Kicillof para la provincia. Este lunes ocupó el mismo rol Templeton, ante la propuesta del Ministerio de Economía. La respuesta en uno y otro caso difirió por las condiciones de cada título, pero en ambos casos formó parte de la estrategia de despejar obstáculos menores e ir en busca de la confrontación principal.
La estrategia del gobierno nacional en materia de deuda ha sido abrir tres mesas de póker simultáneas. Una, la de los acreedores locales, en su mayoría institucionales (bancos, compañías de seguro, instituciones públicas incluso), es la que se presenta más "cooperativa", en la definición del Palacio de Hacienda. La segunda es con el FMI, en una disputa más política y condicionada a las relaciones con sus miembros más fuertes: la Unión Europea y Estados Unidos. La tercera es la de los acreedores externos, con algunos fondos de alta relevancia y otros secundarios.
Esta es la mesa de los "tahúres", aunque no son todos iguales. Hay fondos más "cooperativos" y otros que prefieren tensar la cuerda. Algunos tan grandes y poderosos que administran fondos equivalentes a cinco PBI de Argentina. Otros que, de tan grandes, lo que suceda en Argentina les resulta insignificante.
Este trabajo fino para elaborar el sendero de negociación dio ayer un paso importante. Despejó del camino un título, el Bono Dual, incómodo desde su origen; una deuda que el gobierno de Macri ató a la evolución del dólar justo cuando éste partía de su plataforma de lanzamiento. Los tahúres jugaron fuerte, rechazando el convite al canje. El gobierno respondió a la altura: reperfiló, que es cambiarle la fecha de vencimiento al título.
Los vencimientos más próximos (febrero y marzo) son títulos en pesos, en manos de los más "cooperativos". Ahora toda la atención está puesta en la mesa de "tahúres", los acreedores extranjeros. La disputa empieza con la presentación que hoy hace Martín Guzmán en el Congreso. Allí pondrá su primera carta sobre la mesa: los plazos de espera que Argentina reclama antes de empezar a pagar.
Esta es la partida principal. Lo de ayer fue un obstáculo superado antes de empezar.