Terminó la primera audiencia citada en los tribunales de Villa Gesell en donde los ocho rugbiers detenidos comparecieron frente al juez de Garantías David Mancinelli, quien ahora deberá confirmar si dicta o no la prisión preventiva. “Ninguno de nosotros quiso que pase lo que pasó”, sostuvo Matías Benicelli, en nombre de todos los rugbiers, el único en tomar la palabra. La fiscalía ratificó el pedido de prisión preventiva, mientras que el abogado defensor del grupo pidió que en caso de confirmarse la detención sea domiciliaria y criticó la presión de los medios.
La audiencia transcurrió en un hermético silencio, sin la presencia de periodistas ni público en la sala. Estuvieron presentes la fiscal Verónica Zamboni, el abogado defensor Hugo Tomei y los ocho detenidos. En la puerta, efectivos de la policía local montaron un fuerte operativo de seguridad para evitar que los vecinos autoconvocados para pedir justicia se acercaran al ingreso.
El abogado que representa a la familia de Fernando Báez Sosa, Fabián Améndola, contó que los imputados se mostraron con una actitud fría y que sólo uno de ellos parecía afectado por la situación. Esta impresión, aclaró Améndola, parecía responder más a las condiciones de encierro que a una actitud de arrepentimiento.
La fiscalía volvió a sostener el requerimiento de la prisión preventiva y la calificación hacia cada uno de los imputados, en tanto que la querella solicitó que el homicidio sea triplemente agravado por "premeditación, alevosía y placer", tal como había adelantado.
El pedido por el rugbier número 11
El letrado pidió también que se profundice la investigación para intentar identificar a un joven vestido de negro que aparece en el video donde se observa a los rugbiers abrazarse y retirarse de la escena del crimen. Sostiene que hay elementos para pensar en el rugbier número 11, a pesar de que la fiscal habría descartado las sospechas.
Por su parte, la defensa de los rugbiers pidió que en caso de dictarles la prisión preventiva, puedan cumplirla de forma domiciliaria. Según él, el pedido de prisión preventiva responde a la presión de los medios y no a los elementos acusatorios contra sus defendidos.
Améndola sostuvo que hay pruebas de que fueron cinco los integrantes del grupo que golpearon a Fernando por lo que buscarán agravar la calificación de otros tres integrantes también a coautores de homicidio agravado. Situación que hoy aplica únicamente para Máximo Thomsen y Ciro Pertossi.