Al mediodía, el presidente Alberto Fernández entregó formalmente a la médica, música y periodista Isha Escribano el DNI que respeta su identidad de género autopercibida, tal como figura en su partida de nacimiento rectificada a pedido de ella. "Dije que íbamos a volver para ser mejores, y hoy somos mejores", señaló el presidente en el acto, en el que lo acompañaron la ministra de Mujeres, género y diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro. La entrega se hizo en el salón Pueblos Originarios, de la Casa de Gobierno, ante una audiencia integrada por activistas y referentes de organizaciones de la diversidad sexual.
El de Isha Escribano fue el documento número nueve mil entregado desde que se sancionó la Ley de identidad de género, en 2012. “Este es un documento que me permite llevar una sonrisa en el rostro, y todos los seres humanos tenemos el derecho de sonreír”, señaló la mujer minutos después de recibir el sobre que contenía el DNI.
“La estupidez es no respetar lo que cada uno es”, señaló el presidente Fernández durante el acto, minutos después de haber entregado el sobre que contenía el nuevo documento a Isha, hija de José Claudio Escribano, ex directivo del diario La Nación. Al recibir el sobre, ella lo abrió frente a la multitud de la sala, sacó el DNI y lo mostró al público. Si bien ya sonreía, con los aplausos la sonrisa se hizo más grande. “Antes no lloraba porque el género que tenía asignado de nacimiento no te deja llorar, ahora no quiero porque se me corre el maquillaje”, llegó a decir antes de reírse y abrazar por segunda vez al presidente Fernández.
La ley de identidad de género sancionada en 2012 es el marco legal que sella el reconocimiento de toda persona por la identidad de género que perciba como propia, pero especialmente “a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad” respecto del nombre, la imagen y el género registrado en el DNI. "Durante años mi primer pensamiento del dia era: desayuno o me suicido. No tenia lugar en el mundo", relató Escribano sobre los años que pasó mostrándose como varón.
Desde que entró en vigencia la ley, “recompusimos la vida de más de mil personas por año”, señaló el presidente Fernández. Esto “no lo hizo una persona, lo hicimos entre todes”, advirtió. Por su parte, la ministra de mujeres, género y diversidad, Gómez Alcorta, antes de comenzar su discurso se levantó del banquito en el que estaba sentada para acercarse a Escribano y abrazarla. “Este acto es un acto de reparación, porque venimos de años en que las mujeres, travestis y trans fuimos las más golpeadas”, señaló. Y agregó que "no hay reconocimiento sin igualdad y no hay igualdad sin inclusión".
En el salón, escuchaban y aplaudían Pía Ceballos, Alba Rueda, Vilma Ibarra y decenas de referentes de la diversidad sexual y los feminismos. “Me llena de orgullo, de esperanzas y también de responsabilidades”, señaló Ornella Infante, directora de políticas anti-discriminatorias del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), a Página/12.
“Me acordaba de cuando Cristina nos entregó a nosotras los primeros documentos . Hoy a nueve mil personas les cambió la vida”, añadió Infante, activista por los derechos de las personas trans y travestis. Entre el público, las integrantes de Furia Trava se abrazaban y tomaban fotos con el cartel que muestra el nombre del salón. Al fondo, junto a las cuatro banquetas que ocupaban les protagonistas del día, dos televisores oficiaban de carteles luminosos con un lema histórico: “la identidad es un derecho”. Cuando Escribano subió al escenario, entre el público ondeó la bandera de La Rosa Naranja, otra de las organizaciones LGTBI.
“Nadie tiene que pasar lo que pasamos nosotras, nadie merece estar destinada a mendigar amor en la clandestinidad”, señaló Escribano. Con el documento en una mano y el micrófono en la otra, añadió: “no se trata de encajar, se trata de florecer”.
Informe: Lorena Bermejo