Felipe Artacho, presidente de la fábrica de anteojos Nivel Uno, contó a Cash la historia de la empresa, cómo era la producción de gafas años atrás y cómo es en la actualidad. Además, subraya el valor del diseño argentino en el negocio y advierte sobre la situación del mercado interno.
¿Cuándo comenzó su relación con el negocio del anteojo?
En 1974 comencé con la fabricación de armazones para anteojos, pero siempre en la familia tuvimos la mirada puesta en la industria, ya que mi padre se dedicaba a fabricar muñecas y yo también tuve un primer proyecto fabricando cinturones. Era una época en donde la nueva ola de inmigrantes posterior a la segunda guerra hizo que vinieran al país muchos europeos con conocimientos técnicos e industriales que aprovechamos yo y muchos otros. En ese momento, aquí se quería y se podía hacer de todo. Primero hice armazones metálicos y luego de acetato de celuloide fresado a mano, asociado al mejor diseñador de ese momento. Entonces me perfeccioné como técnico diseñador de gafas.
¿En qué consiste la industria de las gafas?
Es una industria con mucha inclusión de mano de obra, creatividad y diseño. Lamentablemente, debemos atravesar penosas políticas económicas que han puesto trabas y freno al crecimiento.
¿Cómo es el proceso de desarrollo de un modelo?
El diseño es una parte muy importante en nuestra empresa. Es lo que nos diferencia de la importación. Tiempo atrás, en el mundo del anteojo se diseñaba a mano y limábamos los prototipos de manera artesanal. Ahora contamos con un equipo de tres diseñadores que manejan los programas y yo los superviso. Una vez aprobado el modelo, lo pasamos al centro de mecanizado.
¿Cómo es el esquema de provisión de las materias primas, de qué orígenes se abastece la empresa?
En los primeros tiempos, las materias primas se producían en su mayor parte en el país, como por ejemplo, bisagras, tornillos, perfil para aros y puentes. Hasta se llegó a producir acetato en planchas, que es la base fundamental de la industria. Con el correr del tiempo, empezamos a comprar más componentes en el exterior, por ejemplo, desde Italia y Francia ingresaban el acetato en planchas y bisagras. Ahora el principal proveedor es China, incluso de otros elementos como patillas, lentes para armar los anteojos para sol y lentillas de presentación.
¿Qué componente del precio del anteojo representa la materia prima?
Estos elementos representan el 30 por ciento del costo del anteojo, lo demás está compuesto por mano de obra y diseño local.
¿Cómo caracteriza a la situación del mercado interno? ¿cuánto del problema radica en la caída de la demanda y cuánto en el mayor ingreso de importaciones que se produjo en los últimos años?
El mercado interno es fundamental para que las empresas potenciemos las ventas y nos desarrollemos. En cambio, es imposible mantenerse a flote en un contexto recesivo y con las importaciones libres. Nosotros no queremos mercados cautivos y cerrados porque somos en general competitivos, pero tampoco se pueden soportar políticas aperturistas bobas donde regalamos el mercado, sobre todo en este contexto de infinito sobrestock internacional.