El mural que homenajeaba a las víctimas de la Masacre de Trelew en la Plaza Rodolfo Walsh fue destruido por una empresa constructora privada. Ubicado en el corazón de San Telmo, había sido realizado de manera colectiva en el 1998 por organismos de derechos humanos para conmemorar el 25º aniversario de los fusilados de Trelew y tenía un importante valor simbólico en el barrio, a tal punto que su demolición fue calificada como un "ataque a la memoria".
"Es una falta de respeto para una figura de gran reconocimiento como la de Rodolfo. Pero, por otro lado, también es la manifestación de una cultura que rechaza la historia y la memoria", aseguró el escritor, sobreviviente de la última dictadura militar y actual director de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, Eduardo Jozami, a Página 12. Jozami es, además, la persona que propuso, hace más de 20 años, que la plazoleta ubicada en la esquina de Chile y Perú se llamase "Rodolfo Walsh". "Rodolfo Walsh fue uno de los más grandes escritores argentinos, un periodista notable, una víctima que fue secuestrada y asesinada por la dictadura militar. Ha sido motivo, en el mundo y la Argentina, de innumerables homenajes. Entonces uno no puede tomarlo simplemente como una cuestión de desatención y descuido, evidentemente no les importaba", determinó.
Una estatua de Rodolfo Walsh a escala humana que parece asomarse desde un balcón; una gran pintura del rostro del escritor acompañado por dibujos de sus anteojos y máquina de escribir; una placa con una frase de la "Carta abierta a la Junta Militar" -- "Fiel al compromiso que asumí de dar de tiempos difíciles" - ; y la cita, encima del mural que homenajea a las víctimas de la Masacre de Trelew, de Eduardo Galeano: "Crear y luchar es nuestra forma de decirle a los compañeros caídos: tu no moriste contigo". Estas eran algunas de las expresiones artísticas que decoraban la plaza Rodolfo Walsh y que fueron destruidas por una empresa que quería realizar una abertura de la calle, habilitada por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
"Al gobierno de la Ciudad le cabe una gran responsabilidad, lo que debería hacer es un desagravio y tratar de reestablecerla en la medida de lo posible", sostuvo Jozami, quien además se quejó de que "en esta ciudad cuando se decide tirar algo abajo no importa conservar ni el patrimonio, ni las expresiones culturales, ni el recuerdo de las grandes figuras políticas e intelectuales". Por otro lado, la Asamblea Popular Plaza Dorrego-San Telmo emitió un comunicado en el que denuncia la destrucción del mural y acusa a la empresa constructora de "agujerear" la memoria.
Mientras tanto, el bloque de legisladores del Frente de Todos tomó la posta de la denuncia y emitió un pedido de informe al Poder Ejecutivo porteño sobre la legitimidad y los motivos detrás de los destrozos al mural.