La línea aérea Andes volverá a volar este sábado luego de estar 9 días sin operar. A principios de febrero suspendió todos los vuelos entre el 6 y el 14 de este mes y cerró las oficinas comerciales. Según informó, se debió a “una medida tomada por un sector de la compañía” que impedía la regularidad de los vuelos. La aerolínea tiene sueldos atrasados desde el año pasado que abarcan a todo el personal, pero en el caso de las tripulantes de cabina, provocó una retención de tareas que llevó a las cancelaciones en los vuelos. La compañía volverá a operar “con la voluntad de la gente”, según contó a PáginaI12 Horacio Preneste, gerente general de Andes, dado que todavía no pudieron afrontar el pago de sueldos. Es la segunda vez en los últimos cuatro meses que la compañía realiza suspensiones debido a problemas financieros y nada garantiza que no pueda volver a ocurrir.
La empresa cuenta con 250 empleados, muchos más de los que necesita para operar los 2 aviones que utiliza para responder a la demanda. Entre el 2016 y 2017 ampliaron toda la tripulación cuando sumaron 4 aviones, hasta tener 9. Hoy tienen cinco, con solo 3 en condiciones de volar, aunque la demanda la suplen solo con dos. Con la devaluación de 2018, que el dólar saltó de 17 a 40 pesos, debieron devolverlos. “La política fue no despedir a nadie”, dijo Preneste y agregó: “La gente sigue poniendo el hombro a la espera de que la compañía crezca”. Además, hubo un acuerdo con los gremios de pilotos, tripulantes y mecánicos. Actualmente, llevan 2 meses y medio de atraso en los pagos. Para resolver este conflicto inmediato, buscarán dos alternativas con las que podrían obtener 70 millones de pesos.
Una es vender los bonos que les dio la provincia de Chubut por una deuda que tenía con Andes. La línea aérea le daba pasajes a cambio de combustible, y luego la Provincia comenzó a adeudar su parte, y lo único que dio a cambio fue unos bonos. Estos títulos estuvieron por venderse en las últimas semanas, pero el reperfilamiento que intentó la Provincia de Buenos Aires frenó las operaciones. La otra opción es que la Afip les liquide los fondos de libre disponibilidad de IVA y Ganancias que ascienden a 45 millones de pesos. “Con esto recién nos enderezaríamos”, afirmó Preneste.
Resuelto el problema salarial, la compañía buscará que el Ministerio de Transporte de la Nación imponga nuevas reglas. “Estamos esperando pasos del Gobierno sobre la política aerocomercial, porque hubo medidas que hicieron mucho daño a empresas con capitales nacionales como la nuestra, que volamos hace 14 años”, dijo Preneste. Las medidas que impactaron negativamente en la empresa fueron la sobre oferta de rutas, el ingreso de nuevas compañías y la quita de tarifas mínimas. “Una alternativa sería corregir la política de tarifas, no digo regular la oferta, pero que no haya políticas depredatorias”, aseguró. Y agregó: “En otros países, antes de hacer una apertura semejante, se procura consolidar a las empresas que están funcionando, aquí se generó un campo de batalla en la que todos se matan", remarcó.
Otra de las problemáticas que aparecieron en el último año fue la caída en las ventas de pasajes al exterior. Volaban a ciudades de Cuba, República Dominicana y Brasil. “Eran vuelos típicos de clase media que la gente dejó de hacer, ya no existe ese tráfico”, afirmó. Y tampoco los benefició el impuesto País del 30 por ciento a pasajes del exterior. En cuanto a los vuelos de cabotaje, Andes opera en Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Salta, Jujuy e Iguazú. La empresa tuvo que dejar de volar a Tucumán, Córdoba y Mendoza. Sobre el auge y la posterior caída de Andes durante la llamada Revolución de los Aviones en la gestión macrista, Adrián Campilongo, piloto y delegado de Andes dijo a este diario: “Se tiraron a la pileta sin saber si había agua”. Informó que la mayoría de los vuelos se realizan con las mismas personas que ceden a trabajar. Pero luego de que trabajan en horas de descanso o días libres, no alcanzan las personas para volar y por eso se realizan las suspensiones como ocurrió este mes.