Que ardan todas las frases hechas que nos estigmatizan. Que “el hombre es simple y la mujer jodida”, que “seguro llegó a donde llegó porque se bajó a alguno”, que si cocinás bien “ya te podés casar”, que muchas mujeres juntas son un “nido de víboras”, que “para cuándo el bebé”, como si la maternidad fuera una condición necesaria para ser mujer.
A la hoguera con el “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer” y con la imposibilidad de que nos conciban como pares. El lenguaje produce una cosmovisión, una manera de interpretar el mundo. Si queremos un mundo más igualitario, que se prendan fuego éstas y todas las palabras que se repiten como letanías y reproducen el sistema androcéntrico que queremos desterrar.
* Licenciada en Letras, autora y directora teatral de Paredón. Un grotesco contemporáneo. Funciones sábados, a las 21, teatro Gargantúa: J. Newbery 3563, CABA. Reservas: 4555-5596.