El fuerte temporal que azotó en la madrugada de ayer a la ciudad de Buenos Aires y a localidades del conurbano, con ráfagas de hasta 100 kilómetros por hora, dejó un tendal de árboles caídos (16 de ellos sobre automóviles) en distintos barrios porteños y postes de luz derrumbados y algunas casas destrozadas en la zona norte bonaerense. Además, en La Boca, en medio de la tormenta, un taxista perdió el control del vehículo y cayó al Riachuelo, del que pudo salir nadando.

La tormenta desatada sobre la ciudad llegó con fuertes vientos que sumados a la antigüedad de algunos ejemplares dejaron numerosos árboles derribados y automóviles aplastados, algunos por troncos y otros por grandes ramas. También produjo anegamiento en algunas calles por obstrucción de los sumideros y marquesinas y estructuras con peligro de caerse.

En Villa Crespo, sobre la calle Lerma, un árbol de gran envergadura aplastó dos automóviles que estaban estacionados, otro hecho similar se registró en Flores. 

El director general de Defensa Civil, Raúl Garnica, informó que por la tormenta “cayeron cerca de 47 árboles (16 de gran porte) sobre vehículos, y 11 grandes ramas”, y aclaró que “como las ráfagas de hasta 100 kilómetros por hora fueron a la madrugada no se reportaron heridos ni personas atrapadas en autos”. También informó que los barrios donde se registró mayor caída de árboles fueron Villa Santa Rita, Villa Crespo, Villa General Mitre y las comunas 11 y 7. 

El funcionario aseguró que “por el agua y las inundaciones no tendríamos problemas”, y aseguró que se habían montado operativos de emergencia y que la Subsecretaria de Emergencia estaba trabajando con las comunas para la remoción de ramas.

Durante el temporal, en un episodio aún no esclarecido, un taxista perdió el control del auto en el que iba sin pasajeros y cayó al Riachuelo, en el barrio de La Boca. El conductor, que logró salir y nadar hasta la orilla, se presentó por la mañana ante la policía y declaró que “circulaba por Pedro de Mendoza cerca de las tres de la mañana, y como había calles anegadas se subió a una rampa y con la poca visibilidad que había en el momento perdió el control del vehículo y cayó al espejo de agua”.

Otro de los epicentros de la tormenta fue el partido de Vicente López, en el norte del conurbano, donde los vecinos de las localidades de Olivos y Florida denunciaron que la caída de árboles, muchos muy viejos, destrozó casas y autos.. 

En el cruce de Villate y Pacheco, un enorme pino cayó en el frente de una casa y destruyó el techo del garaje. “A las 3 de la madrugada sentimos un impacto que pensamos que era un terremoto”, afirmó Marcos, el vecino damnificado, quien denunció que había hecho “más de cien reclamos a la municipalidad y nunca hicieron nada”.

El inspector municipal Gustavo Gutiérrez aseguró que hubo “varios lugares afectados. La inclemencia de la tormenta de anoche (por la madrugada de ayer) fue terrible. Noso- tros contabilizamos 16 caídas graves de árboles en Olivos con autos, viviendas y postes de luz afectados”, y reconoció que se tenía “el alerta de un frente de tormenta grande y se estaba preparado para salir a socorrer”, pero que “el incremento del temporal hizo que no diéramos abasto”.

Otro de los vecinos afectados, en la calle Villate al 1800, contó: “Tengo un árbol caído en la puerta de mi casa, el problema es que los árboles son muy viejos”, y aseguró que “hice la denuncia y nadie los viene a cortar”.

En contra de lo que sostienen los vecinos, el inspector Guillermo Pettorossi negó que la antigüedad de los árboles haya sido la causa de las caídas: “Los árboles están sanos, no es algo que se veía venir, si está sano no hay por qué retirarlo”.

En la Quinta de Olivos, la caída de un árbol que rompió el muro y cayó sobre las vías del tren produjo en la madrugada la interrupción de dos ramales de la línea Mitre. En tanto el ramal Tigre reanudó su servicio, el ramal Bartolomé Mitre circuló de forma limitada hasta la estación Florida.

El único servicio de esta línea que no se vio afectado por el temporal fue el que conecta José León Suárez con Retiro.

En el noroeste bonaerense, en General Villegas, no fueron los vientos sino la lluvia la que anegó caminos en varias localidades: Coronel Charlone, Emilio V. Bunge, Santa Regina, Cañada Seca, Piedritas, Santa Eleodora y Villa Saboya. El intendente Eduardo Campana sostuvo que “el mayor problema es la intransitabilidad de los caminos rurales, ya que no se puede sacar la producción o la leche”.  

Al sur de la provincia, en Bahía Blanca, la lluvia también ocasionó complicaciones. Allí, cinco familias de distintos sectores de la ciudad debieron ser evacuadas, hubo calles anegadas y una ruta provincial quedó bajo agua y debió ser cortada en forma total al tránsito vehicular. 

En el norte del país, en la provincia de Catamarca, por las intensas precipitaciones de los últimos días, varias localidades, en la zona este y norte, se encuentran en estado de alerta y aisladas por la crecida de algunos ríos.