Veronica Zamboni, la fiscal que investiga el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado el 18 de enero a trompadas y patadas en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell, pidió imputar a los ocho rugbiers detenidos por el hecho como coautores del asesinato. Mañana, ampliará la indagatoria de todos ellos, a quienes acusará de “homicidio doblemente agravado por su comisión de alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, así como también de las lesiones que les provocaron a los amigos de la víctima, quienes también fueron atacados a golpes. Hasta el momento, esa calificación se restringía a Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19). Los otros seis integrantes del grupo, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Lucas y Luciano Pertossi y Ayrton Violaz, estaban acusados de ser partícipes necesarios del homicidio.
Por otra parte, hoy los abogados de la familia de la víctima solicitarán a la Justicia que incorpore al rugbier número 11 entre los investigados y que declare, en principio, como testigo.
El rumor era que la fiscal sumaría sólo a dos de los rugbiers, Matías Benicelli y Enzo Comelli, como coautores del homicidio de Fernando Báez Sosa. Sin embargo, la fiscal extendió esa calificación a todos los detenidos. Además, mantuvo que los dos excarcelados, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, fueron partícipes necesarios.
Según la fiscal, los ocho jóvenes atacaron a Fernando “previo acuerdo de interceptar a la víctima y golpearla para darle muerte”. Para ello, cumplieron un “plan premeditado, dividiéndose tareas”, entre las cuales Thomsen, Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli se encargaron de “abalanzarse por detrás” de Fernando “aprovechando que se encontraba de espaldas e indefenso” y “actuando sobre seguro en virtud de la superioridad numérica y física existente”.
Al mismo tiempo, el abogado a cargo de la defensa de los rugbiers, Hugo Tomei, recusó a la fiscal para intentar apartarla de la causa, que viene instruyéndose a ritmo acelerado. La decisión es la consecuencia lógica de la estrategia que inició el letrado el jueves pasado, cuando denunció a Zamboni por privación ilegítima de la libertad (de los rugbiers), falsedad de instrumento público e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Para resolver este conflicto, el juez de Garantías, David Mancinelli, convocó a las partes a una audiencia este martes.
Por otra parte, el equipo de abogados que representa a la familia Báez Sosa informó que identificará en la Justicia al rugbier número 11 para que sea incorporado a la causa y declare como testigo, situación que podría cambiar con el correr de los días. Según trascendió, el undécimo integrante del grupo, que pertenecería a una familia acomodada de Zarate, estuvo presente antes y después del ataque a Fernando.
Los letrados también pedirán que Milanesi y Guarino vuelvan a prisión. Fernando Burlando sostuvo que aportarán “nuevos elementos para pedir la detención”, mientras que Valeria Carreras, integrante de su equipo, dijo a PáginaI12 que presentarán “imágenes concretas donde se puede ver a cada uno de ellos”. El pedido se fundamentará “en las imágenes de video que no tuvo en cuenta la fiscalía, donde se puede ver a cada uno de ellos”, aseguró Carreras, quien recordó todavía se esperan los resultados del ADN, que estarán el 8 de marzo.
Además, los abogados solicitarán que los rugbiers acusados sean sometidos a peritajes psicológicos y psiquiátricos, tanto los ocho acusados que están bajo prisión preventiva, como los dos rugbiers que fueron liberados pero que siguen bajo investigación.
En tanto, al cumplirse un mes del crimen, el obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre, presidirá una misa frente a Le Brique, donde mataron al joven, para pedir por “su eterno descanso” y por “justicia”. Y frente al Congreso nacional se realizará una marcha para pedir Justicia por Fernando y por las víctimas de distintos hechos de violencia. La manifestación, convocada por los padres del joven, comenzará a las 18: “Me gustaría que vaya mucha gente”, dijo Graciela, madre de Fernando, al asegurar que eso es lo que le dará “fuerza para seguir luchando” y reclamar justicia.