American Express despedirá a 300 trabajadores de atención al cliente porque decidió trasladar ese sector de la empresa a México para reducir costos. Los representantes de la firma, que ofrece productos financieros, tarjetas de crédito, cheques de viajero e incluso opera como agencia de viajes, lo confirmaron en una audiencia conciliatoria que tuvo lugar ayer por la tarde en el Ministerio de Trabajo donde aseguraron que garantizarán los empleos hasta el 30 de junio. Mientras tanto, buscarán negociar retiros voluntarios para evitar el conflicto. “No están atravesando una crisis. Lo que buscan es abaratar costos y al mismo tiempo desmantelar el sector más organizado sindicalmente dentro de la empresa”, aseguró a PáginaI12 David Aguilera, delegado gremial en la compañía. 

Los empleados afectados están en relación de dependencia. Bajo convenio colectivo se encuentran 265, a los que se les suman los gerentes, directores y supervisores del área, que también podrían quedarse sin trabajo, lo que elevaría la cifra de despedidos a 300. Todos trabajan en Arenales 707, frente a la plaza San Martín. Allí se atiende a los clientes de Argentina y España, pero a partir del segundo semestre American Express centralizará la atención de habla hispana en México, donde la fuerza laboral es más barata.

En febrero de 2016, el CEO global de la firma, Kenneth Chenault, hizo pública la decisión de reducir gastos en 1000 millones de dólares para fines de 2017. A raíz de ello, el año pasado American Express cerró en el país las áreas de créditos, autorizaciones y viajes y las radicó en México. En las últimas semanas se instaló el rumor de que también desmantelarían el área de atención al cliente para relocalizarla en el país azteca. Entonces el lunes pasado el gremio le envió una carta al director de Recursos Humanos de la compañía, Guillermo Navarro, en la que le exigieron que ponga fin a la incertidumbre precisando qué es lo que iba a ocurrir. La empresa citó a los delegados el miércoles por la mañana y confirmó que el 30 de junio cerrará el sector, aunque la intención es disimular los despidos ofreciendo una “gratificación por retiro voluntario” que estaría por encima del dinero que les correspondería cobrar a los trabajadores como indemnización legal. La misma estrategia utilizó el año pasado cuando desmanteló las otras áreas. 

La firma explicitó ayer su plan en la audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo adonde estuvo representada por el director de Recursos Humanos, Navarro; el gerente de Relaciones Laborales, Gabriel Cambiagno, y el abogado Marcelo Rolón, del estudio de Daniel Funes de Rioja. Los recibió Mercedes Gadea, jefa de del Departamento de Relaciones Laborales de la Dirección de Negociación Colectiva del Ministerio. “Lo que nosotros pedimos es que se reubique a los trabajadores en otra área”, explicó a este diario el delegado de American Express, David Aguilera, quien asistió en representación de los trabajadores junto al secretario de Asuntos Gremiales del Sindicato de Comercio, Oscar Tedesco y Harold Bernal, otro delegado de American Express, firma que hasta ahora tiene 831 trabajadores conveniados.  

En una carta presentada el miércoles ante el Ministerio de Trabajo, el gremio solicitó la audiencia urgente e incluso amenazó con tomar medidas de fuerza. Ayer las partes no llegaron a un acuerdo, pero Trabajo ofreció constituir una mesa permanente de diálogo para tratar de lograr algún avance de cara a la próxima audiencia que tendrá lugar el lunes.