"Él está entre nosotros. Nos da luz para tener fuerza y estar con ustedes. No estoy bien, pero, al verlos a todos ustedes, me dan la fuerza para seguir luchando por mi hijo, ¡quiero justicia! ¡Quiero que paguen por lo que le hicieron!". Sostenida por su marido Silvino, Graciela, la madre de Fernando Báez, el joven asesinado en Villa Gesell por un grupo de rugbiers, agradeció la multitudinaria movilización que colmó la Plaza de los Dos Congresos a un mes del crimen.
"Quiero agradecer por haber venido a acompañarme. Con la ayuda de ustedes se va a hacer realidad que se haga justicia por mi hijo y todas las víctimas de violencia", se esperanzó Graciela ante la multitudinaria concentración impulsada por los familiares y amigos de Fernando, por organizaciones y familiares de víctimas de crímenes y por el estudio del abogado querellante Fernando Burlando.
"Se siente, se siente, Fernando está presente", se cantaba desde el escenario minutos antes de que Silvino y Graciela, Julieta, la novia de Fernando y sus amigos subieran al escenario con una bandera que reclamaba "Justicia por Fernando" y convocaba a vivir "sin violencia".
"Lo que le hicieron nos arruinó la vida a mí, a mi esposo y a todos los que lo queremos. Todos se nos vino abajo. El sostén es nuestra lucha por la Justicia. ¡Quiero Jusiticia por mi hijo!", insistió Graciela y lamentó: "A mi hijo la mataron a traición, un chico decente bueno, que amaba la vida y quería ayudar a todo el mundo".
Un video con imágenes de Fernando recordó su relación con su familia, con sus amigas del colegio Marianista y sus actividades solidarias. El diácono Miguel, de la comunidad marianista, acompañó a los padres de Fernando tras las palabras de Graciela: "Tenemos muchos motivos para hoy, desde la tristeza, estar agradecidos. Abracemos el dolor con amor", rezó.
Entre los familiares de víctimas presentes también estuvo José María Ventura, padre de Pablo, el joven que fue detenido y acusado del crimen por engaño del grupo de rugbiers, que lo acusaron, a pesar de que nunca había estado en el lugar del crimen.
"Vengo a acompañar a los papas de Fernando y pedir justicia, lo nuestro queda como una anécdota. Vine a darles un abrazo", señaló el padre del joven en diálogo con Crónica TV. "A Pablo le cayó la ficha de lo que pasó. No entiende por qué lo hicieron", lamentó José María respecto de la falsa acusación que sufrió su hijo y lo mantuvo once días detenido. Además, el hombre aseguró que en Zárate, ciudad de origen de los imputados: "Mayoritariamente, se pide justicia por Fernando".
La movilización se replicó en varias ciudades del país y, en particular, en Villa Gesell frente al boliche Le Brique, donde fue a bailar Fernando el 18 de enero junto a un grupo de amigos. Los carteles con la imagen del joven y la leyenda "Justicia" se multiplicaron. Allí, alrededor del árbol que se transformó en santuario , se realizó una misa, durante la cual se leyó el mensaje que el papa Francisco envió a Silvino y Graciela. Tras la misa, se descubrió una placa para recordar al joven asesinado.
"Estoy contenta de que la gente no se olvide tan rápido y pidamos justicia", agradeció Tatiana, testigo de la causa, que encabezó la movilización en la localidad costera. La joven vio la golpiza que le dieron a Fernando, confirmó que existían más grabaciones del hecho y recordó uno de las frases dichas por los agresores: "Me lo llevo como trofeo".
"¡No voy a bajar los brazos hasta ver que se haga justicia!", continuaba resonando el reclamo de la madre de Fernando.