En la nueva indagatoria a los ocho rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa, quienes estuvieron frente a la fiscal de Villa Gesell, Verónica Zamboni y el juez de Garantías David Mancinelli, ninguno de los acusados amplió su declaración. Tan solo se opusieron a declarar frente a Zamboni. La nueva indagatoria obedece a la modificación en la imputación, en la que todos son considerados “coautores” del homicidio, con el doble agravante de la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas”.
Siguiendo la estrategia del abogado defensor, que busca desplazar a la fiscal de la causa, todos los imputados apuntaron contra Zamboni, y declararon que no iban a declarar enfrente de ella porque les genera desconfianza. Los rugbiers, que rompieron el silencio a un mes de su detención sólo para cuestionar la actuación de la fiscal durante la primera indagatoria, se negaron a responder preguntas. Ante la hasta ahora monolítica defensa planteada por el letrado Hugo Tomei, las expectativas están puestas en lo que pasará este jueves cuando sean indagados Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, los dos jóvenes que están en libertad pero acusados de partícipes necesarios.
Las manifestaciones que hicieron los rugbiers este miércoles en sede judicial consistieron, en lo esencial, en recusar a la fiscal y profundizar el argumento de la defensa de que hubo irregularidades durante la primera indagatoria. Máximo Thomsen, el primero de los ocho en declarar aseguró que al momento de ser detenidos no tenía "ni idea de lo que estaba pasando" (aunque esto contrasta con los audios, videos y chats que figuran en el expediente) y acusó a Zamboni de haberles "mentido en la cara" y que tanto él como sus amigos están "condenados por la sociedad" y "por los medios" de comunicación.
Cuestionando la actuación de la fiscal, sostuvo que “nos hizo pasar a firmar papeles en distintas oficinas, esos papeles nos enteramos que decían que nos habían mostrado las fotos, videos y que nos habían explicado el hecho y en realidad no se nos había explicado nada”, afirmó.
En la misma línea, Ciro Pertossi aseguró ante la Justicia que la fiscal le genera "desconfianza", que están soportando "la presión de los medios" y que son amenazados por otros presos de la cárcel de Dolores que les dicen que los "pueden lastimar".
“Yo declararía pero no en frente de la doctora Zamboni porque me genera cierta desconfianza, ya que no sé si lo que voy a decir acá va a salir en los medios, como ya estuvo pasando que se filtraron cosas, que por lo único que nos enteramos del caso fue por otros internos. Nosotros lo único que queremos es que todo esto termine. Nosotros tenemos ganas de declarar porque ya no soportamos la presión de los medios y de los presos que nos vienen amenazando cada día, nos enteramos que en otros penales también tenemos amenazas”, aseguró.
Tras los dos primeros indagados, quienes desde el comienzo de la investigación fueron imputados como "coautores" del homicidio, siguieron Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20) y Lucas Pertossi (20). Todos ellos fueron trasladados durante la mañana, desde la Alcaidía de la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores, donde están encapsulados y separados del resto de la población carcelaria, a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Villa Gesell, en un colectivo del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Ninguno se apartó de la estrategia de su defensor. Cinalli afirmó: "Nos dijeron nada más que a un chico se lo habían entregado en un cajón a la familia y no querían inocentes presos", "Tenemos todos miedo, por el tema de la cárcel, por la ventana nos gritan cosas, nos dicen que nos esperan", "nosotros nos sentíamos vulnerables porque también en las rondas de reconocimiento se filtraron muchas cosas, y de nosotros".
Según manifestó Enzo Comelli: "Nos acusaron de que se le tuvo que entregar a una familia un hijo en un cajón y nosotros nos quedamos anonadados por el hecho de que no entendíamos qué sucedía". También reiteró que reciben “muchos insultos y amenazas de parte de otros internos por ventanas a la madrugada, a la tarde, a toda hora".
Los rugbiers llegaron poco después de las 8 a la fiscalía de Villa Gesell para la ampliación de las indagatorias, en las que la fiscal les expuso los elementos por los que decidió modificar su imputación y considerar que los ocho detenidos son coautores del homicidio.
Si bien Tomei había pedido que estas indagatorias fueran suspendidas, dado que recusó a la fiscal y la denunció penalmente por irregularidades durante la primera indagatoria, ante el rechazo, exigió que estuviera presente el juez de Garantías, lo que hizo que el inicio del trámite judicial, en el que cabe recordar que nadie está obligado a declarar contra sí mismo, se retrasara hasta casi el mediodía. Después, las indagatorias se extendieron aproximadamente a una por hora.
Ahora será el turno de los dos excarcelados, Guarino y Milanesi, quienes están en libertad por falta de merito porque en el plexo probatorio no había pruebas para procesarlos ni para sobreseerlos, pero están acusados como "partícipes necesarios" y al igual que los otros ocho rugbiers serán imputados en el mismo grado por el delito de "lesiones leves" por los golpes sufridos por cinco amigos de Fernando, que intentaron ayudarlo durante el ataque frente al boliche Le Brique. Acusación que está relacionada con la imputación de participación necesaria en el homicidio. También habrá que ver qué efecto tuvo la indagatoria para cada uno de los imputados ahora que tienen la descripción detallada del rol que jugaron en el ataque.