Tras el comunicado del Fondo Monetario respaldando la estrategia argentina de reestructuración de la deuda con acreedores privados, los inversores se adelantaron al recorte que deberán aceptar en el valor presente de sus tenencias. Los títulos públicos nominados en dólares registraron una caída de hasta 2 por ciento, mientras que las emisiones en pesos tuvieron bajas que superaron el 5 por ciento. Si bien los fondos de inversión prefieren no anticipar la estrategia con la que intentarán imponerse en la negociación, algunos consultados por este diario reconocen que habrá que resignar una parte de las suculentas ganancias que les aseguró el gobierno de Mauricio Macri.
Actualmente los bonos en dólares tienen un rendimiento medio del 11,75 por ciento anual, una ganancia que demoraría casi una década en obtener un inversor con un título similar de Estados Unidos. El bono a diez años del Tesoro estadounidense rinde un 1,6 por ciento. Como consecuencia, el riesgo país argentino se ubicó este jueves en 2108 puntos, con un aumento de 2,7 por ciento, según la medición del JP Morgan.
“El personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible (...) En consecuencia, se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”, señaló el Fondo al término de una nueva revisión de las cuentas argentinas. Los tenedores de bonos entienden que un default, si se continúa por el camino del ajuste, será inevitable y los perjudicaría aún más. De hecho, el propio FMI reconoce que seguir recortando el gasto para generar ingresos “no es económicamente ni políticamente factible”.
“Parecería más fácil de negociar, porque ahora no estás acordando con los jubilados italianos o los fontaneros estadounidenses –argumentos que se utilizaron durante los canjes de 2005 y 2010—sino que son dos o tres fondos que compraron todo lo que emitió el gobierno”, explicó un consultor con diálogo directo con el Fondo. Pero esa concentración, por ejemplo, fue la que hizo fracasar el diferimiento de pago de capital que propuso el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
El grupo de grandes fondos, compuesto por Templeton, Fidelity, Ashmore, Blackrock y Pimco, tiene espalda financiera y se prepara a un recorte severo en la propuesta de reestructuración. Los acreedores no tienen problema en extender la negociación el tiempo que sea necesario. Esos fondos consideran que los precios todavía están por encima de lo que el gobierno argentino va a proponerles. Los títulos en dólares cotizan entre un 50 y 60 por ciento de su valor teórico. Este jueves hubo una caída en los precios pero todavía, en la visión de algunos analistas, se está por encima de lo que se terminará reconociendo por estas emisiones.
En el mercado cambiario, el dólar cerró con un alza de 15 centavos, a 63,86 pesos, lo que sumado al impuesto PAIS arroja un precio de 83,02. El Banco Central no intervino en la jornada.