Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, los dos rugbiers que fueron excarcelados hace diez días pero continúan imputados como partícipes necesarios en el homicidio de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, se negaron a declarar ante la fiscal Veronica Zamboni, quien los convocó a indagatoria ante el cambio de imputación. Ambos jóvenes de 19 años, pese a que tienen una situación menos comprometida en la causa que los ocho detenidos acusados de coautores del crimen, se apegaron a la estrategia de silencio diseñada por el abogado Hugo Tomei, quien representa a los diez implicados.
En paralelo, se conocieron nuevos audios de WhatsApp enviados la madrugada del asesinato por Blas Cinalli, uno de los rugbiers presos, en los que cuenta a otros amigos -que estaban llegando a la ciudad costera- que habían tenido una pelea, que los echaron del boliche, pero que ganaron “igual”.
Los dos jóvenes llegaron a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Gesell alrededor de las 11.45, acompañados por el abogado Tomei, la madre de Milanesi y el padre de Guarino, para que la fiscal les leyera la nueva imputación: su participación necesaria en el "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y la alevosía (agravante incorporado por el juez David Mancinelli)" y también las "lesiones leves" que sufrieron los amigos de Fernando Báez Sosa.
Pese a que se especulaba con un posible cambio en la defensa de los jóvenes, quienes fueron liberados por falta de mérito tras pasar doce días en el penal de Dolores, se presentaron con mismo abogado y con la misma línea de defensa que, por el momento, apunta a correr de escena a la fiscal, cuestionar el procedimiento que llevó adelante durante la primera indagatoria, y a la nulidad del proceso.
En este sentido, a última hora del miércoles y luego de acompañar a los ocho detenidos a la indagatoria con Zamboni, en la que se negaron a declarar, Tomei apeló la prisión preventiva dispuesta para los ocho rugbiers ante el Juzgado de Garantías 6 de Villa Gesell, a cargo de Mancinelli, quien deberá girar el recurso de la defensa a la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores.
Sin embargo, había expectativas respecto a qué actitud iban a tomar estos dos jóvenes en el mano a mano con la fiscal, dado que si bien no hay dudas de que estaban en Gesell, no se los pudo vincular con la agresión a golpes y patadas que terminó con la vida de Báez Sosa fuera del boliche Le Brique. También fuentes cercanas a la investigación creyeron que se podría abrir una posible fisura en la defensa cuando, antes de la indagatoria, se lo vio a Guarino en la recepción de la fiscalía consternado y con algunas lágrimas. Pero nada sucedió, ambos se negaron a contestar preguntas sobre el homicidio ocurrido el 18 de enero pasado y se retiraron a las 14.25.
Por otra parte, se filtraron nuevos audios de Cinalli, el mismo que en otros mensajes de WhatsApp le contaba a sus amigos lo sucedido durante la noche del crimen al tiempo que afirma: "matamos a uno". La grabación aporta más datos sobre el antes y el después del asesinato: “Nos sacaron todos los patovicas, los recagamos a palos mal. Nos agarraron a todos del cuello y nos sacaron a todos para afuera. Nos agarraron la policía y gendarmería. Ganamos igual”.
La seguidilla continuaba con: “Ey, amigo, ni bien llegués mandame que vamos a estar en la casa con Lucas y Ayrton. Vos mandame. Vamos a hacer algo ni bien llegués”; “Ey, posta posta. Estamos yendo al Mc Donalds. Vamos de vuelta al centro a ver qué onda ¡capaz que los cruzamos!”; “Ey (...), posta. Estamos corriendo, para que no nos vean”.