La nueva conducción de Arsat que encabeza Pablo Tognetti tiene en sus manos un informe preliminar de auditoría que compromete a la gestión de Raúl Martínez al frente de la empresa. Según pudo confirmar PáginaI12, el ex presidente y gerente general hasta el mes pasado realizó durante 2019 una serie de contrataciones millonarias sin licitación y eludiendo al directorio.
Martínez, quien era un hombre de absoluta confianza del entonces presidente Mauricio Macri, desembarcó en el directorio de Arsat en agosto de 2017, luego de ser secretario de Infraestructura Tecnológica y País Digital del Ministerio de Modernización. Cuando Rodrigo De Loredo renunció a la presidencia de la compañía en febrero de 2018, Martínez quedó virtual CEO y hombre fuerte de la empresa, aunque desde mayo de ese año el presidente formal fue Eduardo Hurtado. Finalmente, en junio de 2019 Hurtado renunció y Martínez quedó como gerente general y presidente.
Las contrataciones directas de Martínez se generalizaron en esa última etapa donde concentró todo el poder y ya habían comenzado a generar polémica incluso durante el macrismo. De hecho, el informe que ahora está en manos de Tognetti fue encargado por el Comité de Auditoría el pasado 5 de diciembre, durante la gestión anterior. En aquel encuentro, tal como se desprende del acta a la que accedió PáginaI12, el entonces director Roberto Pérez puso en conocimiento de los presentes una denuncia que recibió en su casilla de correo laboral el 2 de diciembre, donde se hacía referencia a compras de equipamiento pagadas en una cuenta en Uruguay y se remarcaba que las contrataciones directas realizadas sólo en 2019 sumaban unos 300 millones de pesos, aunque se especula que el monto final podría superar ampliamente esa cifra.
En la reunión del Comité de Auditoria del 5 de diciembre participaron, además de Pérez, los directores Henoch Aguiar y Marcelo Tesoro, el auditor interno Pablo Pericas y la contadora Silvia María Gentile, integrante de la comisión fiscalizadora. Allí Pérez aclaró que al día siguiente de recibir ese mail lo reenvió al área de Compliance de la sociedad y efectuó una denuncia ante la Oficina Anticorrupción. Más allá de esas dos acciones, en el encuentro se instruyó al Auditor Interno de la Sociedad por unanimidad “a la realización de una Auditoría Especial cuyo objeto consista en verificar las compras y/o contrataciones, donde se corroboren pagos efectuados en cuentas radicadas en Uruguay, desde el 1 de octubre de 2019 a la fecha”.
A su vez, el director Henoch Aguiar mocionó para que se le curse una nota formal al gerente de Administración y Finanzas de la Sociedad, contador Nicolás Zamudio, “requiriéndole con carácter urgente, presente un listado detallado de las compras y contrataciones efectuadas durante el corriente año, discriminadas por tipo y/o procedimiento de compra, monto, gerencia requiriente y autorizante”.
La contratación a la que se hace referencia en la denuncia que recibió Pérez está vinculada con una mejora de la red y el control de acceso para acompañar el incremento del tráfico. Para la mejora de la red se contrató a Huawei, que tiene como partner oficial a la empresa Daxa Argentina, de José Requejo, ex dirigente de Boca durante las gestiones de Mauricio Macri y Daniel Angelici. Por su parte, para mejorar el control de acceso a la red se contrató a Cisco, que tiene como socio a Distecna, empresa con una filial en Uruguay. En este último caso, el desembolso habría sido de unos 2 millones de dólares, pero se especula con que dividieron la compra en etapas para no tener que dar intervención al directorio.
También están bajo análisis la construcción de un polémico helipuerto que nunca se utilizó, una serie de mejoras en el predio e incluso la publicación de un costoso libro de tapa dura y 240 páginas en papel ilustración que resume la gestión de Martínez al frente de la compañía.
Otra de las investigaciones abiertas es por el acuerdo firmado con Hughes para proveer internet satelital en la cordillera, revelado por este diario el 16 de septiembre de 2019 . En ese caso, el directorio de Arsat había aprobado una serie de acuerdos marco para la contratación de servicios a varias empresas entre las que figuraba Hughes, pero luego Martínez avanzó sin darle participación al cuerpo.
Lo que hizo fue presentarle a Enacom una propuesta, a través de la nota 669/19, para brindar internet satelital a usuarios sin cobertura terrestre con recursos del Fondo Fiduciario del Servicio Universal, pero la compañía estatal no cuenta con capacidad HTS en su flota para brindar ese servicio ya que la construcción del Arsat-3 fue interrumpida en 2016 por el gobierno de Mauricio Macri. A raíz de ello, Arsat contrató a Hughes, compañía que brinda el servicio en banda Ka sobre el satélite Telstar-19 Vantage del operador satelital canadiense Telesat. Primero solicitó autorización para sumar mejoras al Sistema Satelital Argentino mediante la incorporación de capacidad satelital del satélite de Telesat. La secretaria de Gobierno de Modernización le dio luz verde el 19 de junio y al mes siguiente Enacom aprobó el plan. En total, se le compraron a Hughes 6000 antenas y Arsat se comprometió a proveer el equipamiento necesario para el establecimiento de radioenlaces satelitales capaces de permitir su conexión.
Antes de avanzar con este emprendimiento no se hizo ningún relevamiento sobre cuántos hogares y comercios estaban efectivamente demandando el servicio y, lo más importante, cuántos estaban en condiciones de empezar a pagarlo una vez terminado el período de bonificación. “Si no las usamos para brindar ese servicio vamos a tener que poner un lavadero porque esas antenas solo van a servir para colgar la ropa”, aseguró el director de Enacom Gustavo López , en una reunión que mantuvo a comienzos de mes con un grupo de periodistas entre los que estuvo PáginaI12.