Después del título del Preolímpico de Bucaramanga, Fernando Batista tiene un sueño: ganar una medalla en los Juegos de Tokio 2020. "Si uno no tuviera ese sueño no iría a participar. Y cuando uno sueña lo hace en grande", la asegura a Líbero el entrenador de la Selección Argentina Sub 23, en una entrevista en la que repasa su ciclo y brinda las razones por las que equipos juveniles albicelestes recuperaron el prestigio que habían perdido hasta el inicio de su gestión. 

- ¿Por qué considera que Argentina logró la obtención del Preolímpico? Fue la quinta vez que lo consigue y la última había sido en 2004.

- Este logro llegó porque hay un camino, un proceso y eso lleva a que a la larga te vaya bien. No significa que siempre será logrando torneos. Cuando en el transcurso de un año podés competir en un Sudamericano, en un Mundial Juvenil Sub-20 y en los Panamericanos con una base de 40 jugadores –más allá de que lógicamente en cada torneo haya que decidir por 18 o 23– cuando tenés la idea, el camino y la tranquilidad, las cosas se simplifican.

- ¿En qué momento piensa que el fútbol juvenil dejó de estar a la deriva y pudo reencauzarse?

- Se da desde el momento en que el presidente (Claudio Tapia) quiso tener un proceso y un proyecto a largo plazo. Él dijo de 2018 a 2028 (a fines de noviembre de 2018 presentó el proyecto de Selecciones Nacionales a diez años). Lo digo en el sentido que a mí me ha tocado estar en el 2017, en el proceso con la Comisión Normalizadora, y la realidad es que en ese momento desde el lado AFA no estaban bien las cosas. Hoy podemos ir a todos los torneos que nos invitan y tener la posibilidad de competir con la Sub-23 en las Fechas FIFA, que es algo que no se había hecho nunca y es muy bueno. Eso te da la posibilidad de seguir viendo jugadores porque después de la Sub-20 si el técnico de la Mayor no citaba a esos futbolistas no los volvías a tener.

- A partir de las negativas y las lesiones, ¿cuánto se modificó el equipo que tenía pensado inicialmente para disputar el Preolímpico del que finalmente salió a la cancha?

- Los jugadores que estuvieron en el Preolímpico son los que me acompañaron en todo el proceso de 2019. A uno le hubiera gustado tener a todos, pero no se puede. Ahí aparece lo bueno de ser entrenador y la posibilidad de elegir. De los que ganaron el campeonato y la clasificación a los Juegos la mayoría ya había estado en el Panamericano, en el Mundial Sub-20 de Polonia o en Fecha FIFA. No me sorprendió el nivel de los jugadores ni del equipo porque los conocía y sabía que podíamos estar a la altura.

Fernando Batista llegó a la AFA en 2017, pero pudo quedarse para iniciar la nueva gestión. (Alejandro Leiva)

- En general, hubo buena predisposición del fútbol argentino para ceder los jugadores. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en el exterior, con negativas para un torneo al que no están obligados a cederlos…

- Siempre digo que lo que a mí me gustaría es que se pudiera lograr un consenso del fútbol local. Del exterior es más complicado porque ya entramos en otras ligas y otros calendarios, pero sí juntarnos en el fútbol argentino para que cada vez que la Selección vaya a un torneo lo haga con todo, porque ahí se defiende la historia de nuestro fútbol y de los juveniles. Por eso peleo más por lo interno que por lo externo.

- ¿En qué mayores de 23 años piensa para reforzar el plantel?

- Algunos nombres surgieron porque los había mencionado para el Panamericano, aunque finalmente decidí ir con todos menores de 23. Hoy todavía no tengo en la cabeza el jugador mayor que podría, porque uno no está obligado a hacerlo. En caso de decidir por uno buscaré que esté para rendir en el campo y después que pueda compartir su experiencia con sus compañeros.

- ¿Lionel Messi podría ser uno de ellos?

- ¿A qué entrenador del mundo no le gustaría tener a Messi? Pero de ahí a que sea realidad hay una diferencia. También tenemos que pensar que Argentina empieza las Eliminatorias y que, previo a los Juegos Olímpicos, está la Copa América, que es un torneo muy importante porque se hace en el país. Sería una linda oportunidad para consolidar muchas cosas y lograr un título. Desde el lado de Messi o de otros jugadores que puedan ser mayores, que estén tranquilos para afrontar, primero, las Eliminatorias, luego la Copa América y después veremos para los Juegos. Todavía no pienso en eso.

- El tema es que hubo estrellas mundiales como Mbappé en Francia, Sergio Ramos en España o Salah en Egipto que se candidatearon para decir presente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. ¿Ayudaría que alguno se postule?

- Ni hablar, Neymar también dijo en su momento que quería estar junto a Brasil. Son casos puntuales. En el caso de que Messi dijera que tiene ganas de jugar automáticamente estaría. Esto habla de la importancia del torneo y por eso hay que ir bien armado. Ojalá que no haya negativas. Yo digo que después de un Mundial lo más lindo que hay es un Juego Olímpico. Y si tenemos al mejor y quiere estar… pero bueno, de mi parte lo que quiero es que esté bien para la Copa América y las Eliminatorias. Y si llegado el momento se tiene que hablar, lo hablaremos.

- ¿Se puede soñar con que la Sub-23 se cuelgue alguna medalla?

- Si uno no tuviera ese sueño no iría a participar. Y cuando uno sueña, lo hace en grande. A mí no me da miedo que digan que quiero ir a lograr la medalla de oro. ¿Por qué no? Somos Argentina, tenemos buenos jugadores, estamos capacitados y lo hemos logrado ya dos veces. Nos tendremos que preparar de la mejor manera para conseguirlo, pero el sueño está.

- La última medalla dorada en fútbol se consiguió con su hermano Sergio como técnico en Pekín 2008. ¿Qué le genera eso?

- A mí y a la familia ya nos llena de orgullo que ambos pudimos dirigir al equipo. No sé si hay en la historia dos hermanos que hayan dirigido en Juegos Olímpicos, habría que buscarlo. Para mí eso ya es un sueño y ojalá pueda lograr lo mismo que él.

- ¿Cuál es el vínculo que tiene con Lionel Scaloni?

- Muy bueno, tanto con Lionel como con los cuerpos técnicos de juveniles. Eso es importante porque te permite trabajar con tranquilidad. El diálogo es fundamental porque vamos todos por los mismos objetivos, el mismo camino, la misma idea. En definitiva, Sub-23, Sub-20 y Sub-17 trabajamos para la Mayor. Nuestro trabajo, más allá de lograr una clasificación o una medalla, pasa por fortalecer, por darles rodaje a muchos jugadores para que el técnico de la Selección en algún momento, si él considera, los pueda tener a disposición.

- ¿Quiénes de los que tuvo le parece que tienen destino de Selección Mayor?

- Eso lo decidirá Lionel. Lo que digo es que hay jugadores que se van potenciando cada vez más en Selección y en sus equipos. Después dar un nombre no me gusta, pero hay jugadores que a futuro pueden tener posibilidades. De hecho ya ha llevado a distintas Fechas FIFA a (Adolfo) Gaich, a (Alexis) Mac Allister, a Nicolás González, a Nehuén Pérez y a Matías Zaracho.

- ¿Y con César Menotti, actual Director de Selecciones, cómo es la relación?

- Antes del Preolímpico, cuando estaban los problemas de los jugadores locales, he tenido reuniones con él y nos ha ayudado bastante. Todas las cosas que pasaban se las comunicaba a él como Director de Selecciones. A veces uno no tiene el día a día por estar acá (en el predio de AFA, en Ezeiza), pero mediante un mensaje o un llamado estamos comunicados. Después de cada partido en el Preolímpico recibía un llamado o un mensaje suyo de lo que había visto. Para nosotros eso es muy bueno por la experiencia que tiene, por lo que te puede transmitir y enseñar.

- ¿Le gustaría dejar un legado en el fútbol juvenil como Pekerman y Tocalli?

- Sí, como me pasó en los lugares en los que estuve, primero dejar algo como persona. Que se te recuerde no sólo desde lo que pudiste transmitir en lo futbolístico sino también desde los valores y la educación. Porque en definitiva cuando trabajamos con jóvenes estamos transmitiendo constantemente eso. Cada vez que salimos a jugar un torneo nos concentramos en el comportamiento en un hotel, en el avión o en un aeropuerto. Eso es el jugador de elite y a mí me gusta mucho eso. Prestarle atención a las pequeñas cosas, al “buen día”, al “buenas tardes”, cosas que en los últimos años se han perdido un poco en la juventud. A mí me gusta transmitir eso. Y después de dejar la mayor cantidad de jugadores posible que a futuro puedan seguir en Selección Mayor. O por lo menos haber puesto un granito de arena para que el día de mañana terminen consolidándose en sus propios clubes.

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Batista pretende que su ciclo deje un legado, más allá de los buenos resultados. (Alejandro Leiva)