El estado de Ceará, en el nordeste de Brasil, registró 122 homicidios durante los cuatro días desde el inicio de una huelga de policías militarizados de la región, informaron este domingo fuentes oficiales.
Ciudades del interior del estado, entre ellas Paracarú, suspendieron los festejos de carnaval por la falta de seguridad ante la huelga de la policía, que ratificó la protesta pese al arribo de tropas dej Ejército decretado por el presidente Jair Bolsonaro. Fue ante el pedido del gobernador cearense, Camino Santana, del Partido de los Trabajadores (PT).
El presidente ultraderechista negó que miembros de su antigua formación, Partido Social Liberal, estén involucrados en la organización del paro policial.
La Secretaría de Seguridad Pública informó que el promedio diario de asesinatos en los cuatro días de paralización de los policías se situó en 30,5, frente al promedio de 8,4 registrado el pasado enero.
Alrededor de 2.500 militares reforzarán, a partir de este domingo, la seguridad en las calles de todo el estado.
Las revueltas de los agentes comenzaron la tarde del pasadeo martes, cuando personas encapuchadas y enmascaradas -supuestamente policías-, entraron en varios cuarteles de diferentes ciudades del estado y pincharon las ruedas de los vehículos oficiales.
Un día después, el senador laborista Cid Gomes, hermano del excandidato presidencial Ciro Gomes, fue alcanzado por dos disparos en el pecho cuando intentaba entrar en un cuartel de policías amotinados con una retroexcavadora en la ciudad de Sobral, a unos 230 kilómetros de la capital regional, Fortaleza.
Este domingo, el senador recibió el alta hospitalaria, después de que pasara cinco días ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de la ciudad, y seguirá con un tratamiento en casa.
Los policías militarizados, que tienen estatus militar, tienen prohibido constitucionalmente hacer huelga, una decisión que fue ratificada en 2017 por el Tribunal Supremo, la máxima corte del país.