El partido conservador de la canciller alemana, Angela Merkel, sufrió un duro revés electoral en las elecciones regionales de Hamburgo. La Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) se ubicó en la tercera posición, con alrededor del 11 por ciento de los votos. El Partido Socialdemócrata (SPD), en cambio, se alzó con el 37,5 por ciento de los votos, seguidos por los Verdes que alcanzaron un histórico 25 por ciento.
Los socialdemócratas necesitarán ahora un socio minoritario, que es muy probable que vuelvan a ser quienes los acompañaron en la anterior legislatura, los ecologistas del espacio verde. Los últimos días en Alemania estuvieron signados por la crisis política desatada tras el triunfo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Turingia, y el ataque xenófobo de Hanau que dejó un saldo de once muertos.
El secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, reconoció que se trató de un "día amargo" para su partido y que el resultado "no se puede adornar". El 11 por ciento obtenido por el partido de Angela Merkel representa un retroceso en relación al 15,9 por ciento de la última elección en 2015. "Es un desastre", dijo la cadena pública alemana ARD, que habló del "segundo peor resultado de la historia" para el partido conservador, después del 9 por ciento que cosechó en 1951 en la ciudad-estado de Bremen.
Junto al espacio que lidera la canciller Angela Merkel, la otra gran perdedora es Alternativa para Alemania (AfD), agrupación de extrema derecha que por el momento se sitúa por debajo del cinco por ciento necesario para entrar en la cámara regional. La AfD se vio duramente cuestionada en los últimos días a raíz del doble ataque xenófobo
que causó once muertos el jueves por la noche en Hanau.
Por su parte, los liberales del Partido Democrático Libre (FDP) podrían salir también de la Asamblea regional al no lograr superar el piso del cinco por ciento. El partido estuvo en el centro de la reciente crisis política en el estado de Turingia, donde un liberal fue elegido a la presidencia regional con el apoyo de la derecha y la extrema derecha.
El líder liberal tuvo que renunciar 24 horas después, dejando el cargo virtualmente vacante. Los conservadores votaron a principios de febrero junto a los liberales y la ultraderecha para elegir a un jefe de Gobierno que les permitiera evitar un gobierno tripartito de izquierdas. El viernes, tras múltiples presiones, se acordó con los tres partidos de izquierda tolerar durante un año ese gobierno tripartito, con el objetivo de desbloquear la situación.
Para los socialdemócratas del SPD, los comicios de Hamburgo significaron un gran triunfo. A pesar de perder terreno a nivel nacional, conservan su bastión en Hamburgo al alzarse con el 37,5 por ciento de los votos, seguidos por los Verdes que pasaron del 12,3 a más del 25 por ciento, como un claro reflejo de la ola ecologista que recorre el país desde las elecciones del parlamento europeo de mayo de 2019.
Según estos datos provisionales revalidará su cargo el actual alcalde, el socialdemócrata Peter Tschentscher, que llegó al puesto en marzo de 2018, cuando su predecesor, Olaf Scholz, marchó hacia el ministerio de Finanzas. Ahora, Tschentscher necesitará un socio minoritario, que es muy probable que vuelva a ser su compañero de legislatura pasada, los Verdes. Tschenscher habló de una "grandiosa noche" para su partido.
La candidata verde, Katharina Fegebank, celebró por su parte el éxito de su espacio, y habló de victoria para la democracia. "Si al final AfD queda fuera del Parlamento, todos los demócratas tendremos hoy una razón para alegrarnos", aseguró en declaraciones al canal ARD. Con respecto a las presumibles negociaciones con el ganador SPD, Fegebank subrayó que llegarán unos verdes "más fuertes" y "muy conscientes" de su respaldo, aunque evitó hablar de exigencias.