Un adolescente de 16 años confesó haber participado del asesinato del niño de 4 años y la violación de su madre ocurrida en la localidad santacruceña de Puerto Deseado. Además, aportó datos que permitieron hallar el celular de la víctima que había sido robado y que será peritado. Horas después de la declaración, el joven -que estaba aprehendido en el marco de la causa como una de las dos personas que habían atacado el jueves pasado a la mujer y su hijo- fue identificado en rueda de reconocimiento por la mujer abusada.
Luego de la identificación positiva en sede judicial, el juez Oldemar Villa ordenó el traslado del joven a un Centro de Detención Juvenil en la ciudad de Río Gallegos, donde permanecerá alojado como imputado en la investigación. El ministro de Seguridad de Santa Cruz, Lisandro de la Torre, aseguró que el caso "está esclarecido a nivel policial" y dijo que los dos sospechosos "ya fueron puestos a disposición de la Justicia".
Se trata del mismo adolescente que ya había sido demorado horas después del hecho y luego liberado por el juez Villa, porque no se había podido cumplir con el reconocimiento. En las últimas horas del domingo, el adolescente pidió declarar tras ser asesorado por un defensor de Menores. Este lunes, confesó haber participado en el hecho, aunque sostuvo que fue "obligado" por el otro atacante, quien fue detenido el sábado por la noche e identificado también por la víctima en rueda de reconocimiento.
Tras su declaración, el lunes a la mañana se realizó una inspección en una escollera ubicada a unos 2 kilómetros de Playa Cavendish, donde la mujer, oriunda de Salta, que estaba de visita en la provincia para ver a otro de sus hijos, fue abusada y su hijo, asesinado. Allí, el personal de la Policía de Santa Cruz encontró el celular de la víctima. Según fuentes de la investigación, el teléfono se hallaba escondido entre las rocas y había sido dejado ahí por el adolescente.
"El joven contó al juez que había dejado el teléfono en ese lugar y que horas después lo quiso ir a buscar para cambiarlo de lugar, pero no lo encontró", dijo una fuente del caso. Además, el adolescente relató que, tras el hecho, se deshizo del buzo que llevaba puesto porque había quedado manchado con sangre. Y si bien marcó el lugar donde presuntamente lo arrojó, los investigadores no pudieron encontrarlo.
Por otra parte, Rosalía, hermana del otro implicado, un hombre de 33 años que padece esquizofrenia -una patología que no es causal directa de inimputabilidad-, habló con los medios de comunicación y dijo que su hermano intentó asesinar a piedrazos a su hijo de 21 años en enero último, en la misma cueva donde abusó de la mujer. “Lo golpeó con una piedra y mientras le pegaba le gritaba 'te maté, te maté'”, aseguró Rosalía. Según fuentes judiciales, por este hecho, el hombre estuvo demorado algunas horas por orden del juez Villa, acusado del delito de "homicidio en grado de tentativa", aunque finalmente fue liberado.
Este hombre, identificado por la víctima, quedó imputado por los delitos de "rapto, robo, abuso sexual con acceso carnal, tentativa de femicidio (en el caso de la mujer) y homicidio (en el caso del niño de 4 años)".