El abogado Diego Peretti, que recibió acuerdo del Concejo Deliberante para su designación como juez de Faltas el 20 de marzo del año pasado, renunció a la presidencia del cuerpo de justicia administrativa municipal la semana pasada.
Junto con Peretti recibió también acuerdo en esa fecha la abogada Lucía Zapata. Peretti pasó a ocupar la presidencia en un momento en que el tribunal estaba prácticamente acéfalo por cuanto el juez Luis Majul se jubiló, el juez Carlos Caruso renunció para pasar al Poder Judicial de la provincia y el juez Guillermo López Mirau, estaba con licencia por estudios fuera del país.
Peretti y Zapata, los más nuevos en la función, produjeron una acordada por la cual el primero se hizo cargo de la presidencia. Posteriormente, en la transición hacia el mandato de la intendenta Bettina Romero, sobrevino el acuerdo y la designación de Soledad Gramajo y Cristian Abdenur como jueces de falta. López Mirau renunció tras no conseguir que se le renueve la licencia.
“No conseguí aval, ni apoyo de ningún tipo para un proyecto que presenté ante el Ejecutivo con la finalidad de mejorar la calidad de nuestro tribunal”, dijo Peretti a Salta/12 al explicar los motivos de su renuncia a la presidencia del tribunal municipal.
Explicó que su proyecto tenía como base la necesidad resolver con más agilidad y calidad institucional las 7.000 actas de comprobación que se tramitan mensualmente, entre las de tránsito, obras públicas y habilitaciones comerciales, tarea para la que hay 70 personas, entre jueces, secretarios, jerárquicos y empleados en general.
“Esencialmente solicité cinco personas entre las muchas que todavía no tienen funciones específicas, dos personas más de mi confianza para tareas de control y también equipamiento informático, lo hice por nota, me reuní con miembros del gabinete que tienen decisión, pero la respuesta fue negativa”, detalló.
Añadió que “los funcionarios del Ejecutivo no siquiera fueron al Tribunal de Faltas a conocer cómo es el funcionamiento; solo uno de los funcionaros fue por espacio de no más de quince minutos para hablar de cuestiones muy específicas, pero no pudimos hablar sobre el funcionamiento en general. Hablé con todos los funcionarios, a todos los invitamos a interiorizarse, pero las respuestas fueron siempre apuradas “.
Peretti dijo tener la impresión de que “ los funcionarios con alta responsabilidad en el Ejecutivo son muy pocos, tienen mucha tarea, están siempre urgidos y nunca pudimos llegar y explicar cómo funciona el tribunal; hubiese sido importante que fueran a conocer”.
Consultado sobre su relación con la intendenta, Peretti dijo que “ no hay motivos para un vínculo institucional directo y permanente, el Tribunal de Faltas es específico, supongo que si la intedenta tiene algún interés puntual se comunicará. Pero tiene un gabinete y el contacto es con sus miembros”.
“Tengo una responsabilidad, hice mi propuesta de trabajo, no tuve apoyo y me parece razonable dejar la presidencia, pero voy a seguir a cargo de mi juzgado”, aclaró.
La presidencia del Tribunal de Faltas es rotativa cada año y en este caso asumirá la próxima semana la abogada Soledad Gramajo.