El padre del adolescente acusado de participar en el asesinato del niño de cuatro años y la violación de su madre en la localidad santacruceña de Puerto Deseado pidió “perdón” por lo ocurrido y dijo que su hijo tiene que “pagar” por lo que hizo. Ayer, el chico de 16 años admitió haber participado en el crimen , pero cargó toda la responsabilidad en el otro detenido mayor de edad, al asegurar que había sido “obligado” a atacarlos.
“Yo a mi hijo no le enseñé a robar ni a lastimar a la gente; si lo hizo, que pague. Trabajo y soy honesto, no quiero vivir con la cabeza gacha por lo que hizo, si así fue", señaló hoy el padre en una entrevista radial. Según las declaraciones del adolescente como imputado en la investigación, el otro acusado, Omar Alvarado, lo habría amenazado con matar a alguno de sus hermanos si contaba algo de lo ocurrido.
Tras esa diligencia y, bajo custodia policial, el joven fue trasladado a la ciudad de Río Gallegos y alojado en Centro Preventivo Juvenil, donde quedó a disposición judicial. Luego, fue la misma víctima la que identificó al adolescente como la segunda persona que participó del ataque y que se llevó a su hijo, que finalmente apareció asesinado a golpes.
En las últimas horas, el juez a cargo de la causa, Oldemar Villa, ordenó realizar una junta psiquiátrica para que especialistas determinen si los dos acusados por el crimen y la violación de la mujer pueden ser juzgados o son inimputables. Esto, porque Alvarado padece esquizofrenia, una patología que no es causal directa de inimputabilidad. De acuerdo a los testimonios de su propia hermana, Alvarado había intentado asesinar a su hijo en enero en la misma cueva donde abusó de la mujer.
Tras haber estado varios días internada, este martes la mujer atacada emprendió el regreso con su familia a su hogar en Rosario de la Frontera, en la provincia de Salta, junto al féretro de su hijo de 4 años. Sus padres tendrían decidido sepultarlo en la provincia de Tucumán.