Como en sus épocas de delantero, Hernán Jorge Crespo sigue teniendo el arco entre ceja y ceja. La vocación ofensiva, el buen trato por la pelota y la dinámica son algunos de los principios que maneja en esta función que comenzó a transitar en julio de 2014, cuando asumió como técnico de la Reserva del Parma y que sigue en Defensa y Justicia, con quien tendrá la oportunidad de regresar al Monumental –algo que no pudo hacer como jugador más allá de su etapa en la Selección – y de afrontar la Libertadores.
“Es un gran orgullo ser elegido el técnico que, entre otras cosas, hará el debut en la Copa con esta institución. Quiere decir que se apreció mi trabajo hecho antes. Me han tratado muy bien y cuando se dio la posibilidad nunca lo dudé”, arrancó el entrenador, de 44 años, en una entrevista con Página12.
- ¿Cómo vio estos primeros partidos? Lleva un invicto de dos triunfos y dos empates.
- Bien, más allá del resultado, que es lo que todos los entrenadores buscamos. Ganar los partidos. Para mí el contenido, la forma en la que se consiguen los resultados, tiene mucho que ver. Y si nos ponemos a pensar en eso el equipo lo ha hecho bien en lugares complicados.
- Sus ideas ofensivas como técnico parecen coincidir con el ADN futbolístico que exhibe Defensa desde su llegada a la A, a mediados de 2014. ¿Le parece?
- Para mí es fundamental que el equipo tenga identidad y sepa a qué juega, esa es la mejor manera de identificarse con la gente. En el fútbol como en la vida tratás de ser dueño de tu propio destino. De hacer las elecciones justas. Eso no es tan fácil, tiene mucho que ver con la docencia, con la metodología. Hay jugadores con sed de revancha y eso está bueno porque tienen mucha predisposición. Además hay una cultura institucional de intentar jugar entonces la línea va de arriba hacia abajo y está bastante clara. Después uno le da su impronta y sus matices. Lo que uno cree que de alguna forma puede mejorarlos y eso tiene que ver también con los rivales que se nos presentan.
- Falta muy poco para el partido con River, ¿es uno más?
- Decir que es uno más es una barbaridad. Porque si bien podría ponerme un casete, ¿sabés lo que va a ser para mí? Yo ya lo sé, por más que tengo que estar y estoy acostumbrado a tratar de controlar los sentimientos en lo que al fútbol respecta porque uno tiene que estar lúcido. Pero es imposible. Voy a volver a la cancha de River, con la gente de River adentro de la cancha, por primera vez desde 1996. Es imposible no tener un sentimiento fuerte. Sí volví con la Selección y sí en estos 24 años regresé a ver partidos y caminar los pasillos del club. La cancha estará repleta y voy a estar ahí. Va a ser hermoso, un sentimiento muy lindo.
- ¿Por qué no volvió como jugador?
- No se dio. Los motivos lo saben todos y no voy a volver a entrar en el tema. Ya lo expliqué varias veces. Hay gente que toma decisiones y las cosas no se dieron para volver (bajo la presidencia de Daniel Passarella). Es parte del pasado. No sé cuánto entenderán de todo esto los chicos que vayan a la cancha y tengan de 24 años para abajo. Lo que no me cabe ninguna duda es que los de 24 para arriba ni nadie de nosotros se olvida lo que vivimos esa noche. Fue demasiado fuerte. Ir al Monumental será revivir eso, volver al lugar de los hechos. Volver a ese túnel, si bien voy a entrar por el lado visitante. Todo ese contexto es parte importante de mi vida.
- Pueden ser jueces en la definición del campeonato. ¿Es un condimento más?
- Ese no es problema nuestro. Vamos a ir a jugar un partido y estamos orgullos del papel que nos tocará porque está bueno lo que viviremos. Ir a ese estadio y tres días después debutar en la Libertadores ante Santos son cosas muy fuertes, muy lindas y por éstas vale la pena ser entrenador y jugador de fútbol. Lo viviremos de forma intensa y disfrutándolo. Sabiendo que hay responsabilidades y obligaciones, pero lo que pasa con los otros no es asunto nuestro.
- ¿Se puede usar a favor la desesperación que podría tener River por ganar?
- River es River y desde el momento que sabeé que vas a jugar, sabés que vas a sufrir. Que por momentos la vas a pasar mal. El tema es tener la capacidad, el carácter y el juego para aguantar el golpe por golpe, porque por nuestras características no vamos a poner el micro en el arco. Vamos a ir a jugarlo. Va a ser un partido muy interesante.
-Como técnico, ¿tiene algún principio taxativo de algo que sepa concretamente que no hará? Por ejemplo, Marcelo Bielsa ratificó que ni aun perdiendo apostaría dos por centrodelanteros como era su caso y el de Batistuta.
- Lo que me enseñó la escuela italiana es que uno tiene que estar preparado para desarrollar como para defender con todos los módulos tácticos. Moverte en función de lo que crees y de las características de tus jugadores. A partir de ahí todo es muy abierto. Yo no voy con 'eso no'. Seguramente no es lo que a mí me gusta pegarle para arriba, pero si eventualmente hay que hacerlo, se le pegará si la necesidad lo indica. Pero como prerrogativa es tratar de jugar bien, de cuidar la pelota, de asociarse, de coordinar movimientos. Tener orden y disciplina para que el talento haga la diferencia.
- El futbolista es muy de medir al que se para frente al grupo. En su caso jugó tres Mundiales y anotó más de 300 goles. ¿Le da un plus?
- El jugador te puede conocer y escucharte desde la admiración de lo que hiciste por diez días o veinte, si queremos exagerar. Después si no le das herramientas, si no los entrenás bien y le das soluciones para cuando esté jugando, ya no te cree más. Por eso para ser técnico hay que prepararse porque tenés en tus manos la profesión de muchos jugadores. Que además es muy corta. Con lo cual el sentido de responsabilidad es muy grande con ellos y lógicamente con la institución. También con lo que conlleva la pasión del hincha. Después las cosas pueden salir bien o mal, las elecciones las pude haber hecho bien o mal, pero lo que no va a mermar ni voy a claudicar es en la dedicación.
-¿Por qué en Banfield tuvo momentos de buen juego, pudo promover juveniles, pero no logró plasmar su propuesta en los resultados?
- Y porque esto es fútbol… aparte había que hacer un proceso. Yo digo que los procesos de construcción demandan más tiempo que los de destrucción. Hacer un edificio lleva mucho más tiempo que tirarlo abajo. En el fútbol ocurre lo mismo. Me parece que se había edificado algo que estaba bueno, aunque desde lo futbolístico y más concretamente en los partidos no se dieron los resultados que queríamos. Sí hay cosas que están a la vista: tres de los once titulares de la Sub-23 de que ganaron las medallas doradas en los Panamericanos y en el Preolímpico eran de Banfield, y eso no es algo que a la institución le haya pasado muy seguido. Mérito absoluto de los jugadores, pero haber contribuido al menos con el uno por ciento a mí me pone súper feliz.
-Hace medio año el equipo peleó el campeonato hasta el final y fue subcampeón, ¿en esta ocasión pueden ser la sorpresa de la Libertadores?
- Esa es la idea. De ese equipo con Beccacece quedó Unsain y alguno más. No siguió la base, tiene que ser un estímulo para los que están ahora. Tiene mucho que ver con lo que ellos quieran hacer y para eso intentaremos mostrarles el camino. Vamos a dar que hablar, aunque no sé qué tan lejos vamos a llegar. El equipo va a funcionar bien y de hecho lo está haciendo. Solamente hay que tener paciencia y darle por este camino. No sé si vamos a pasar de ronda porque el resultado no te lo garantiza nadie. Sí hay gente que te asegura las formas, como Guardiola o Simeone. Te pueden gustar más o menos, pero ninguno ni siquiera estos monstruos te aseguran el resultado. Menos lo voy a hacer yo que soy chiquito al lado de ellos.