Bernie Sanders se convirtió en el rival a vencer en la interna del Partido Demócrata. Al menos así quedó expuesto durante el último debate entre precandidatos que lo tuvo como centro de los ataques. "Estoy escuchando mencionar un poco mi nombre. Me pregunto por qué será", dijo Sanders con ironía. El senador de izquierda aparece como favorito para pelearle la presidencia a Donald Trump luego de imponerse en dos de las primeras tres internas demócratas. El sábado se realizará el cuarto caucus en Carolina del Sur, la antesala al Súper Martes donde votarán en simultáneo 14 estados.
Sanders llegó al debate organizado por la cadena CBS en Charleston tras arrasar el pasado fin de semana en Nevada donde obtuvo el 46,8 por ciento de los votos. Anteriormente, en el caucus de New Hampshire se impuso con el 25,7 por ciento de los votos. Eso lo ubicó como el precandidato con más delegados hasta el momento, aunque todavía faltan los caucus más importantes. Sus rivales lo criticaron por sus propuestas a las que calificaron de izquierda y demasiado radicales para obtener los votos del electorado estadounidense.
Por su parte Joe Biden advirtió que Sanders era blando en materia de control a la tenencia de armas. El exvicepresidente de Barack Obama se mostró enérgico durante el debate. Sabe que necesita un resultado contundente en Carolina del Sur para recuperar posiciones. Al ser preguntado sobre si se retiraría en caso de una derrota el sábado, respondió desafiante: "Voy a ganar en Carolina del Sur". Su ventaja de casi 15 puntos en las encuestas se esfumaron en pocas semanas y Sanders ya le pisa los talones.
Asimismo Michael Bloomberg dijo que Rusia ayuda a Sanders para beneficiar a Trump. "Vladimir Putin piensa que Donald Trump debería ser presidente de Estados Unidos y por eso es que Rusia lo está ayudando a ser elegido, para que pierda con él", dijo Bloomberg. El exalcalde de Nueva York presume de atraer a los votantes conservadores escépticos con Trump."¿Alguien en esta sala puede imaginarse a republicanos moderados votando por Sanders?”, dijo Bloomberg. Elizabeth Warren, otra precandidata con posibilidades, salió al rescate de Sanders. La legisladora dijo que el exalcalde es el candidato más arriesgado que pueden elegir los demócratas. "No me importa cuánto dinero tenga Bloomberg, la base del Partido Demócrata nunca confiará en él. No se ha ganado su confianza", dijo Warren.
El moderado Buttigieg, el segundo candidato con más delegados hasta la fecha, alertó que una candidatura de Sanders no solo podría costarle a los demócratas perder las elecciones presidenciales, sino también la recién reconquistada Cámara Baja del Congreso. También criticó la reforma al plan de salud que propone Sanders con la pretende dar una cobertura universal.
En su defensa Sanders citó un estudio de la Universidad de Yale que avala su propuesta. El senador explicó que un plan de seguro universal de salud salvaría 68.000 vidas cada año y supondría un ahorro de 450.000 millones de dólares. Además Sanders sacó a relucir las más recientes encuestas que lo sitúan por delante de Trump, no sólo en el cómputo general sino también en los estados clave. El senador de 78 años desestimó las críticas que lo señalan como demasiado radical y dijo que tiene a su favor el ser capaz de inspirar la participación. "La forma de derrotar a Trump - que es lo que quiere todo el mundo - es que necesitamos una campaña con energía y emoción, y necesitamos volver a traer a la clase trabajadora al Partido Demócrata", manifestó Sanders.
Las primarias de este sábado en Carolina del Sur son las primeras en las que la mayor parte del electorado demócrata es afroamericano. Luego será el turno del decisivo Súper Martes, la cita más importante de las primarias demócratas que tendrá lugar el próximo 3 de marzo. Allí están convocados a las urnas 14 estados -entre ellos California y Texas-, un tercio de todos los delegados en disputa y con Bloomberg por primera vez en las boletas.