La historia tardó sólo cinco minutos en darse vuelta. Fue el tiempo que le insumió a Manchester City transformar una derrota en una victoria, que lo posiciona de manera inmejorable para superar los octavos de final de la Champions League que definirá en su estadio dentro de tres semanas. A los 32 minutos del segundo tiempo, Real Madrid le ganaba 1-0 al equipo de Pep Guardiola. A los 37, perdía 2-1. Un gol de cabeza del brasileño Gabriel Jesús y un penal de Daniel Carvajal a Raheem Sterling, que convirtió el mediocampista belga Kevin De Bruyne, silenciaron el ruido triunfal del estadio Santiago Bernabéu. En medio del estupor general por un resultado que cambió demasiado pronto, sólo pudieron escucharse las voces de cuatro mil hinchas ingleses celebrando un éxito difícil de olvidar.
A los 14 minutos de la etapa final, Real Madrid se había adelantado en el marcador por un gol de Isco tras una pelota que perdieron entre Rodrigo y Nicolás Otamendi, el único argentino presente en el campo de juego (Sergio Agüero fue al banco, pero no ingresó). Pero en lugar de enfatizar el ataque para estirar la diferencia y asegurar la serie clasificatoria, el equipo que conduce Zinedine Zidane dio un par de pasos hacia atrás y armó un esquema 4-4-2 para tratar de hacer lo mismo que hasta allí habían hecho los ingleses: esperar en mitad de cancha y tratar de contraatacar rápidamente desde allí.
Con el resultado puesto, la decisión resultó equivocada. El Real extravió el control del juego e impulsado por la calidad y el tranco largo del pelirrojo De Bruyne, el City empezó a tener más la pelota y a arrimarse al arco del belga Courtois. La profundidad que le faltaba la encontró cuando a los 28 minutos, Guardiola sacó al portugués Bernardo Silva, puso a Sterling y lo mandó a encarar a Carvajal. Los goles llegaron sin demoras: De Bruyne despachó un centro desde la izquierda y Gabriel Jesús, de cabeza, anotó saltando por detrás de Sergio Ramos. Y tres minutos después, vinieron el penal y la conversión de De Bruyne. Un nuevo escenario quedó armado. Mucho más cuando a los 40 minutos, el árbitro italiano Daniele Orsato expulsó a Sergio Ramos por una falta fuera del área a Gabriel Jesús, y lo dejó fuera del desquite en Manchester.
Dicen las estadísticas que nunca Real Madrid pudo dar vuelta una serie de octavos luego de haber perdido el partido de ida de local ante un equipo inglés. Para romper esta racha deberá hacer un gran esfuerzo. El City pasará a cuartos ganando, empatando y hasta perdiendo 1-0. El equipo de Guardiola mira desde muy lejos al Liverpool en la Premier League. Y apuesta todo su poderío a ganar esta edición de la Champions antes de no poder jugar las próximas dos, por la sanción que le impuso la UEFA. Real Madrid quedó tocado. Pero sería un error descartarlo antes de que ruede la última pelota de la serie.
En el restante partido de octavos de final, Lyon derrotó de local 1-0 a Juventus. Paulo Dybala jugó todo el partido en tanto que Gonzalo Higuain disputó los 21 minutos finales, en lugar del colombiano Cuadrado.