Primero hay que desentrañar el nombre: ¿qué es la viola de arame? Bajo ese nombre se conoce a una guitarra que se toca en el Brasil profundo, a la que también se suele llamar viola caipira. Para más data, tiene diez cuerdas (cinco pares) y dicen que llegó a ese país en épocas de la colonia portuguesa, y se mezcló con los originarios. “Se hizo muy popular en todo el interior del país y sigue siendo un sinónimo de las culturas campesinas”, señala uno de sus principales cultores, Cassio Nobre. El otro, Julio Caldas, se explaya en una explicación más social. “Hoy, muchos jóvenes de las ciudades están interesados en tocar este instrumento, que hace pocos años atrás era considerado de los más grandes y del interior”, asegura.
Entonces hay que saber que el grupo que lideran ambos, Arame de Viola, hará sonar las magias de esa guitarra hoy a las 21.30 en el Club Atlético Fernández Fierro (Sánchez de Bustamante 772), precedido por la anfitriona Mica Farías Gómez. “Hacemos un poco de todo lo que escuchamos. Es un trabajo esencialmente experimental, donde las violas son las conductoras... nos llevan por muchos lugares, y pueden sonar como rock, baião, choro, samba de roda, o incluso como un ‘tango brasileño’”, explica Nobre, que además de tocar la famosa viola, compone, produce y ha grabado dos discos: Ultima Pele y Couraca. También es historiador y etnomusicólogo, lo que le posibilita un acercamiento al tema desde otras aristas. “El trabajo con la etnomusicología nos trae muchas informaciones importantes sobre cómo van cambiando las músicas junto a las culturas y sociedades. En este sentido, sabemos que somos parte de un momento histórico en el cual los artistas están revisitando el pasado y las culturas populares, mezclando influencias tradicionales con tecnologías actuales. Es la visión que nos gustaría tener”, dice, acercando más el eje del grupo que formará parte de Brasis, un ciclo destinado cruzar músicas argentinas y brasileñas, a través de producciones inéditas.
“Estamos muy contentos de estrenar este ciclo”, sostiene Caldas. “Desde hace algunos años venimos intentando llevar este show para la Argentina y esta es una gran oportunidad. Además, creemos que el ciclo cumple con la importante tarea de juntar miradas sobre las culturas argentinas y brasileñas. Estamos cerca geográficamente pero, al mismo tiempo, culturalmente alejados”. Es la primera vez que Arame de Viola visita la Argentina, como tal. Sus líderes confiesan conocer poco de música popular argentina pero, de lo que saben, extraen una hipótesis. “Hay una matriz en el campo de las músicas populares, por ejemplo, que se expresa en la forma como argentinos y brasileros tocamos las guitarras o las percusiones. Por eso, estamos interesados en conocer artistas argentinos que piensen la música como nosotros... Por ejemplo, el trabajo de Mica Farías Gómez, que conocimos por medio de la organización del ciclo y fue una muy buena sorpresa”, dicen los puntales de la agrupación, que ya tiene un álbum publicado de neto corte instrumental y otro por venir: Arame Farpado. “El disco junta temas autorales con tradicionales y al igual que el anterior es independiente”, informa Caldas, que tiene un prominente pasado musical en sus espaldas como arreglador, director musical y multiinstrumentista.