“Estaría bueno contar que en mi discografía tengo de invitados a los dos padres del rock argentino: el rosarino y el porteño”. Los deseos de Leo Ferradás son órdenes porque no a cualquiera se le da. Algo debe tener para que Litto Nebbia y Mauricio “Moris” Birabent, en efecto los dos pioneros más pioneros del rock argento, pongan voz y arte en su proyecto. Uno (Nebbia) en “Los días que van a venir”, tema incluido en Formato Humano (2018). El otro (Moris) en “Casi nada”, canción que el cantante, guitarrista y compositor incluyó en la reedición de Agarrar Arte, su segundo disco. “Se cumplen diez años de la edición original de ese trabajo, y por eso aprovecho para revisitarlo: además de ´Casi nada´, incluí también ´No se va a llamar mi amor´, tema de Charly García, que solíamos hacer en vivo con él”, evoca Ferradas, que mostrará las novedades en dos recitales: este sábado 29 de febrero a las 22 en Cultural Freire (Freire 1090), y el domingo 15 de marzo, misma hora, en Berlina Vorterix (Lacroze 3499).
“La idea es hacer un repaso de canciones de todos los discos, haciendo hincapié en Formato Humano, el último”, notifica el músico, cuyo propósito de máxima es empezar a conmemorar los veinte años de la grabación de su disco debut, producida en 1999, tres años antes de su publicación. “Encaré la tarea de reeditar y subir toda mi obra a las plataformas con vistas a los shows por los veinte años de mi banda. También para dar vuelta el lado A, y empezar a trabajar en lo que sería el lado B de mi carrera: nuevos discos, nuevas canciones, nuevas presentaciones, en fin… veinte años más on the road, parafraseando a Jack Kerouac. O veinte años no es nada, como diría Gardel”.
--Año sabático, de rémoras y nostalgias, entonces…
--Si. Estoy tratando de armar un buen repertorio con todo lo que tengo hecho. No tengo la urgencia de componer, sí de tocar y de mostrar todo lo que ya está que no es poco, a mi humilde entender. Una vez que pase esto, veré cómo puedo dar vuelta la página y resignificar algunas cosas, Me refiero a componer y abordar nuevas canciones y nuevos discos desde otra óptica, pero sin perder la esencia del rock ni de la canción.
--Habías pensado en hacer el guión de documental destinado también a resumir tus dos décadas de música con Los Huesos. ¿En qué quedó ese proyecto?
--Está muy verde todavía, pero sería como una especie de Dark Horse, el caballo que nunca llegaba pero que de repente ganó el nacional. Algo así como un postergado del rock, quiero decir.
--¿Postergado? ¿Por qué?
--Y… hace muchos años que no me programan en CABA, por ejemplo, cuando antes, durante las gestiones de Telerman o Ibarra, me hacían contratos y tocaba en festivales. Recuerdo especialmente que pude editar mi primer disco gracias a mi participación en el certamen "Aguante Buenos Aires", que organizaba Rodolfo García. Los integrantes del jurado, entre ellos Moris, se interesaron por un material que ya estaba hecho. A propósito, me pareció bueno reeditarlo ya que aquel disco, si bien tuvo su exposición, no llegó a las nuevas generaciones.
--¿Qué características tiene la reedición del segundo disco (Agarrar arte), que seguramente te traslada a aquellos momentos?
--Mucha gente me venía pidiendo que lo reeditara en Spotify. Es mi disco más visceral, más punk-rock. Lo hice en una época en la que andaba bastante convulsionado por exceso de sustancias prohibidas, y no tanto. También andábamos de acá para allá con Moris, por eso es que está de invitado en “Casi Nada”. Ese tema lo cantamos juntos mientras hacíamos la preproducción del disco, una mañana en un estudio de Palermo.
--Andar “de acá para allá” con Moris parece una frase de los sesenta…
--(risas). El me llamaba por teléfono a veces a la mañana y me preguntaba qué estaba haciendo, y yo le decía ´durmiendo, Moris´. Bueno… después me invitaba a comer a Pepito, a comprar amplificadores, y terminábamos siempre en alguna sala de ensayo tocando, o en algún estudio grabando. Por esos días hicimos la versión de “Casi Nada”, en la que Moris dice: "Arrancamos, Leíto, number one hit in United States" (risas).