Desde Bogotá
La ciudad de la furia queda a seis horas de vuelo, pero nadie parece habérselo explicado a los taxistas que surcan Bogotá. Juan Carlos, el que lleva a Página/12, es la excepción a la regla: maneja con prudencia en medio de un tránsito enloquecido. Eso sí, no hay modo de hacerle entender que el espectáculo Gracias Totales - Soda Stereo no es la reunión de la banda, tal como Charly Alberti y Zeta Bosio lo explicaron en el comunicado de anuncio
. "Voy a ir a ver a Soda", insiste el hombre y convida unos caramelos de café irresistibles.
Este sábado, en el Campín de Bogotá, se empezará a entender mejor de qué se trata esto que el baterista y el bajista de la banda más importante de la historia del rock en español pergeñaron para poder volver a tocar sus canciones. La ausencia de Gustavo Cerati será presencia en las pantallas asombrosas que desplegará la gira de 15 fechas, con paradas en el Campo Argentino de Polo porteño el 21 y el 22 de marzo. Y por ese panóptico moderno también pasarán algunos de los vocalistas invitados , que van desde Benito Cerati hasta Chris Martin, líder de Coldplay. Algunos de los cantantes estarán en vivo: Adrián Dárgelos (Babasónicos), Rubén Albarrán (Café (Tacvba), León Larregui (Zoé), Mon Laferte, Andrea Echeverri y Draco Rosa serán de la partida en la primera parada de la gira.
El único vocalista invitado que estará en toda la gira es Richard Coleman, porque además es uno de los tres guitarristas de la banda (que completan los violeros Roly Ureta y Simón Bosio, y Fabián "Zorrito" Von Quintiero en teclados). "Me reuní con Charly, Zeta y Adrián Taverna en abril del año pasado", recuerda ahora el músico, sentado en el bar del lujoso hotel bogotano donde se aloja la enorme troupe de la gira. "Me presentaron la propuesta y lo que sentí fue lo genuino de la idea, de la necesidad. Zeta me decía 'Loco, queremos tocar nuestros temas y estamos tratando de imaginarnos una manera de hacerlo'. Eso me movió la aguja, hablándolo ahí, cara a cara".
Von Quintiero se unió a la banda hace seis meses. "Zeta ya me había contado algo, que estaban pensando cómo hacerlo pero que no era fácil la situación, porque falta un miembro tan fundamental como Gustavo", explica el Zorrito. "Cuando supe que estaba Richard adentro, a mí me dejó tranquilo y me gustó más. Cuando yo tocaba en Soda, Coleman tocaba, éramos los invitados a Soda Stereo. Y la relación que tuvo Richard con Gustavo fue muy fuerte, eran muy amigos... y muy amigos por la guitarra, también. Me parece bueno que esté Coleman... y que esté yo también, porque tengo que ver con ese principio de Soda y después toqué muchas veces más con ellos. Creo que Richard y yo estamos validados para estar ahí y, a la vez, validamos un poco la propuesta. Y se ensayó mucho. Creo que nunca ensayé tanto en mi vida", se ríe.
En un salón de conferencias, Rubén Albarrán le asegura a una conductora radial que en el show del sábado se verá "a los tres Soda". Y luego desarrolla ante este cronista: "Puedes pensarlo en un sentido espiritual, que sería como lo más profundo. Estamos evocando a Gustavo. En un sentido más práctico, están sus composiciones y ahí está él. Por cualquier lado que los quieras pensar, ahí van a estar los tres Soda Stereo.Entonces es eso, celebrar que se reúnen. Cuando me hicieron llegar la propuesta, fue una gran emoción participar, sentí mucho agradecimiento. Tengo pensamientos mágicos, así lo llaman los psicólogos, entonces dije "¡Qué chido, Gustavo!" (se ríe).
El cantante de Café Tacvba, entonces, parece coincidir con el taxista bogotano del principio. ¿Esto es Soda Stereo? "Es", dice Von Quintiero y repite la afirmación. "Es una situación especial, ¿no? Para mí, es. Son las canciones, las grabaron ellos, algunas las grabé yo. ¿Quién podría decir que no es?" Bueno, los propios Alberti y Bosio dijeron "no somos Soda sin Gustavo"... aunque también "siempre seremos Soda Stereo" . "No somos pero somos también. Algo así", retoma el Zorrito. "Este tipo de cosas que pasan en la vida te dejan no sólo perplejo sino a veces sin la posibilidad de seguir haciendo lo que también te pertenece. Pero acá está claro que la idea nunca fue reemplazar a nadie; es otra cosa esto. Es una juntada de gente que, cada una en su medida, también es un poco Soda Stereo. Cuando escucho las canciones que grabé y los arreglos que hice me remite esa época de mi vida. Estoy tranquilo y traté de transmitirle eso a ellos. Además, estuvo muy buena la experiencia de volver a trabajar con el 'estilo Soda Stereo'. Hay un estilo de trabajo, de organización, re profesional, de mucho nivel, de gran grupo. Es un poco lo que pasa en el mundo y no tanto en la Argentina".
Coleman tiene una visión similar: "Creo que es una versión válida de Soda. Es el Soda Stereo que es posible en el 2020. No es otra cosa. No es una banda con otro nombre, no es un proyecto que va a generar música nueva y no es un tributo. Acá no hay imitadores. Son dos tercios, que es más de la mitad. Y tanto el Zorrito como yo formamos parte... El Zorrito grabó, yo era más satélite. Soy el primero que se fue, el primer ex Soda (se ríe). Hay algo de lo que me di cuenta después, cuando lo convoqué a Roly Ureta para ensamblar el sonido de los arreglos de guitarra... Cuando Roly vino a tocar conmigo a Fricción en el '86, vino a tocar las partes de Gustavo. Y Gustavo lo vio a Roly porque fuimos a ver a Sachet, le dije 'es ese' y me dijo 'está buenísimo lo que hace, llamalo'. Y trabajaron mucho juntos. Gustavo trabajó con muy pocos guitarristas por fuera de su carrera: conmigo, con Gonzalo (Córdoba) y con Roly. La mano de Gustavo está en todo esto. Él trabajó con todos los que estamos en el escenario, todos lo conocimos bien de cerca y sabíamos de su visión musical".
Tanto Coleman como Von Quintiero tuvieron ayer el primer ensayo general del espectáculo con las pantallas reales. "En dos temas nosotros nos corremos y quedan ellos solos tocando con Gustavo en la pantalla, así que bajé a verlo... y me pareció fuerte, se me mezclaron las emociones. Lo vi por primera vez en la escala real y me impactó", confiesa. "Desde el primer día lo vi bien, lo sentía bien, entonces los tranquilizaba, porque ellos obviamente estaban con el peso de la historia. Se mandaron a hacer un espectáculo novedoso, también. Esto de sincronizar imágenes, invitar a gente grabada... Es algo más actual. Todos queremos debutar el sábado y ver la fuerza de la situación. Pero el espectáculo tiene nivel".
Coleman, por su parte, dice que no le prestó atención a la pantalla mientas tocaba, pero que después vio la grabación de toda la pasada. "Me produjo una agradable sorpresa: es más grande de lo que yo pensaba", explica. "Me reforzó la idea de que Soda Stereo siempre subió la vara. Lo que sí entendí del principio es que este es un espectáculo audiovisual, donde lo que brilla es el concepto general. No hay un lucimiento particular de los artistas que están en el escenario. Entiendo que está muy bien aplicado el concepto a lo que es el rock de estadios, porque está aprovechado a favor de esta idea. Porque exponer la ausencia de Gustavo como presencia sólo podía haberse hecho en una situación de espectáculo de estadio, porque realmente las pantallas son lo que ves. Entonces, no está, pero lo ves ahí gigante y está. Está todo bien".