Por tercer día consecutivo, el papa Francisco canceló su agenda de actividades debido a problemas de salud que el Vaticano no especificó. Lo que trascendió es que Jorge Bergoglio, de 83 años, padece un resfrío que lo aqueja desde el miércoles y que sus actividades públicas se suspenderían, por lo menos, hasta el domingo.

El vocero de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó a través de un comunicado que el obispo de Roma celebró esta mañana la habitual misa en la capilla de su residencia privada de Santa Marta y que, inclusive, “saludó a los participantes” y recibió al presidente del Parlamento Europeo, el italiano David Sassoli.

No obstante, luego de ese encuentro “decidió suspender las audiencias oficiales en agenda para hoy” mientras que “las reuniones previstas en Casa Santa Marta continúan regularmente", indicó el texto oficial.

El Papa apareció en la audiencia del miércoles ya algo resfriado. Ese día tenía una jornada muy cargada de actividades y se lo notó tosiendo con frecuencia durante la audiencia general organizada al aire libre en la Plaza San Pedro. No obstante, por la tarde celebró la misa para la imposición de cenizas en una iglesia ubicada en la colina romana del Aventino.

Ayer, el pontífice no acudió a la basílica de San Juan de Letrán en Roma para asistir a la liturgia penitencial con el clero de Roma por una "leve indisposición", según explicó el director de prensa. Sin embargo mantuvo una audiencia con los miembros del Movimiento Católico Global para el Clima y otras dos reuniones privadas.

El domingo, en principio, Francisco debería ir a un retiro espiritual con toda la Curia romana en Ariccia, no muy lejos de Roma, después del tradicional rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, en la Plaza San Pedro.