La difusión de fotos del accidente aéreo en el que murió Kobe Bryant, su hija Gigi y otras siete personas provocó un escándalo después de que se conociera que la policía tuviera que abrir una investigación en la que uno de sus miembros es el principal sospechoso de haberlo hecho con la intención de seducir a una mujer en un bar de las afueras de Los Angeles.
De acuerdo a lo que informó el diario Los Angeles Times, una denuncia de un hombre indicaba que uno de los policías que estuvo en el sitio del accidente mostraba unos días más tarde las imágenes del impacto y de los cuerpos en un bar de Norwalk, a unos 27 kilómetros de Los Ángeles. Ante esa situación, el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, en vez de reportar lo sucedido y ordenar una investigación de Asuntos Internos, instó a todos los oficiales a borrar las imágenes de sus teléfonos celulares, con la garantía de que no habría sanciones pese a la destrucción de posibles pruebas.
Sin embargo, la difusión del caso por parte del periódico angelino obligó a reaccionar a la organización policial, que tuvo que abrir al fin una investigación en la que prometió encontrar al culpable de participar "en un acto tan insensible". "El departamento llevará a cabo una investigación exhaustiva, con la prioridad número uno de proteger la dignidad y la privacidad de las víctimas y sus familias", afirmó el comunicado emitido por el Departamento del Sheriff del Condado.
Según lo publicado por el diario estadounidense, el principal sospechoso es un policía no identificado que habría utilizado las fotos para impresionar a una mujer en un bar, lo que motivó la denuncia que destapó el escándalo.
Frente a la repercusión que tomó el caso, la familia de Kobe Bryant se mostró muy afectada, sobre todo la viuda del basquetbolista, Vanessa, que se expresó a través de su representante legal, Gary C. Robb. "Nuestra clienta, Vanessa Bryant, está absolutamente devastada", comienza el escrito publicado en sus redes sociales.
"Es una violación indescriptible de la decencia humana, el respeto y los derechos de privacidad de las víctimas y sus familias. Exigimos que los responsables de estas supuestas acciones se enfrenten a la disciplina más severa posible, y que sus identidades salgan a la luz, para garantizar que las fotos no se divulguen más. Estamos solicitando una investigación de Asuntos Internos de estos presuntos incidentes”, afirmó el comunicado.
En el escrito, Robb aclara que había sido la propia Vanessa la que le había pedido al alguacil Alex Villanueva que se ocupara de que no se filtraran ni videos ni imágenes del accidente, algo que no pudo cumplir.