"Se tiene que saber lo que dijeron los agentes de la ex (Secretaría de Inteligencia del Estado) SIDE, para que se sepa porqué no sabemos la verdad", señaló Sergio Burstein, que perdió a su ex esposa Rita Worona en el atentado a la AMIA. Hablaba del anuncio del presidente Alberto Fernández de desclasificar y hace públicas las declaraciones de los agentes de inteligencia que desfilaron en la causa. "Me estoy empezando a enamorar de Alberto Fernández. Esto va a servir para que de una vez por toda la gente sepa quienes son los que pusieron palos en la rueda", agregó el dirigente de la agrupación 18J, una de las que aglutina a los parientes de las 85 personas que murieron el 18 de julio de 1994.
"Me empecé a enamorar porque creo en el compromiso. Y bueno, estamos los familiares, que más allá de lo que nos puedan decir, reclamamos que todo esto ocurra: que no se siga trabajando desde la ex SIDE para saber lo que iba a ocurrir", destacó Burstein en declaraciones al programa Caimi a las 6. También apuntó contra "aquellos que vienen con muy mala leche y que dicen que ya desclasificaron esto, como Pato (Patricia) Bullrich (ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri). El dirigente aseguró que el macrismo "tiró la verdad bajo los escombros de la AMIA. Destruir para que no se investigue y quede firme la sospecha y la acusación contra Irán". Agregó que: "Yo no defiendo a Irán, defiendo la verdad verdadera, que en el gobierno de Macri se encargaron de ocultar para que la verdad no se supiera".
"Lo que dijo el presidente es que dé a conocer, se hagan públicas las declaraciones que hicieron en los juicios los agentes de la SIDE que fueron relevados del secreto de Estado por decreto presidencial", afirmó Burstein y explicó que lo fundamental es que "el público, la ciudadanía, supiera que allí se dio a conocer uno de los archivos secretos encontrados en dependencias de las Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que se llamaba Operación Cacerola. Se trataba de un paper que llega de Estados Unidos a la ex SIDE. En el documento dice que había que ofrecerle plata para que se fuera del país a Mohsen Rabbani, agregado cultural de la embajada de Irán, y a quien se apuntaba como como uno de los que había llevado adelante la inteligencia, preparación y planificación del atentado a la AMIA". El integrante de la colectividad judía aseveró que "el primer sospechado, en vez de detenerlo e indagarlo, no había que dejar posibilidad alguna de interrogarlo porque sino iba a pasar lo mismo que pasó con (el ex embajador iraní, Hadi) Suleimanpur en Inglaterra, en donde cuando se enviaron pruebas para que sea extraditado del país desde Londres llegó un escrito en el que decía que no eran pruebas, sino informes de inteligencia".
Finalmente, criticó a los "dirigentes comunitarios. Me refiero a la AMIA y la DAIA. Si uno ve la actitud que tuvieron en el último juicio se van a dar cuenta por qué decimos con la mayor parte de los integrantes de la colectividad judía que no nos representan porque representan el ocultamiento, la mentira, el entorpecimiento de la investigación del atentado a la AMIA desde el mismo momento en que voló la AMIA".