“A mi beba ya no me la devuelve nadie. Pero no quiero que le pase lo mismo a otro paisano”. Luis Montes, de la comunidad wichí Misión Salim (ubicada a 25 kilómetros de Embarcación, en el departamento San Martín), perdió el sábado a su séptima hija, cuando estaba en el octavo mes de gestación.
Montes afirmó que esto fue consecuencia de la falta de ambulancias y de atención médica adecuada en la sala de auxilio con la que cuenta esta comunidad junto a las de Misión Carboncito, Misión Padre Lozano y La Esperanza. “Trabajan con horarios y no hay médico de turno”, sostuvo el cacique, al momento de detallar que 380 familias forman parte de las comunidades de ese lugar.
“El sábado en la madrugada parece que a mi señora le llegó la hora de tener la bebé… a las 3 (de la mañana) caminamos unos 500 metros hasta la salita. Pero cuando llegamos no había enfermero”, contó Montes.
Fue entonces que llamaron a la ambulancia. “Llamé la primera vez y me dijeron que ya estaba en camino. La segunda vez que llamé preocupado me dijeron: ‘qué, no entiende usted! Ya está en camino’. Dos horas cuarenta demoró la ambulancia”, dijo Montes.
En el medio, sintió la desesperación dado que su esposa se descompuso y se desmayó. Al llegar la ambulancia la pareja fue derivada al Hospital de Embarcación. Pero allí le informaron que la nena había fallecido en el vientre.
Este lunes Montes se encontraba acompañando a su mujer que estaba internada en terapia intensiva del Hospital San Vicente de Paul, de Orán.
A las dificultades reseñadas por Montes se suma la falta de transporte. Pues muchas veces los colectivos que entran a las comunidades van demasiado llenos. Esto complica a los pobladores para acceder a los controles con especialistas médicos que llegan a Embarcación. “Apenas si vemos un ginecólogo cada cuatro meses”, dijo Montes al ser consultado por los controles a los que pudo acceder su mujer.
Indicó que estas son las razones por las que reclaman y muchas veces cortan la ruta sin encontrar respuestas. “Pero lo único que quieren es que no cortemos la ruta”, dijo.
La semana pasada un grupo de unas 40 personas de Misión Salim llegó a la ciudad de Salta para peticionar por la falta de acceso a la salud, educación y viviendas dignas en ese lugar. "Venimos aquí a Salta porque nosotros queremos que nos solucionen las problemáticas que tenemos en la comunidad", sostuvo Adelina Montes, una de las manifestantes.
La mujer pidió, en declaraciones a Canal 7 de esta ciudad, que los funcionarios de gobierno cumplan con las promesas realizadas, "porque en realidad nosotros estamos sufriendo.En las comunidades de nosotros no tenemos casa, no tenemos donde vivir. Hay necesidades". "Nosotros no tenemos la posibilidad como vivir en una casa digna. La casa que tenemos es todo envuelto, todo de plástico", afirmó Adelina.
En Misión Salim se proveen de agua de un pozo. Y ahora mismo están inundados. Los chicos van a la escuela de la comunidad Padre Lozano, a dos kilómetros.