La liquidación de divisas por exportaciones de granos alcanzó en febrero los 815.063.096 de dólares, un 36,84 por ciento menos que en el mismo período del año pasado. De esta manera, en lo que va de 2019 a la liquidación suma 2.428.819.517 de dólares, lo que significó una baja interanual de 20,26 por ciento, según informaron la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). “Influyó significativamente la liquidación anticipada por parte de los productores en los últimos meses del año anterior”, destacó el informe dejando en evidencia las maniobras especulativas que se llevaron adelante para eludir la suba de retenciones. Este martes la Mesa de Enlace será recibida por el ministro de Agricultura, Luis Basterra, para continuar discutiendo la propuesta oficial de elevar a 33 por ciento las retenciones a la soja. El titular de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes, anticipó que si el gobierno no da marcha atrás “estaremos, lamentablemente, a las puertas de un conflicto”.
CIARA y CEC destacaron también que “estacionalmente, aún no ha ingresado la nueva cosecha de soja”, y añadieron que la merma en la liquidación respondió además a “los impactos causados por las bajas de los precios internacionales por razones de crisis internacionales de salud pública y sanidad animal, y el cierre del registro de exportación en los últimos días”.
El cierre del registró de exportación se anunció el lunes pasado justamente para evitar maniobras especulativas por parte de los productores, similares a las que llevaron adelante a fines del año pasado. En aquella ocasión, los productores dieron por hecho que el gobierno de Alberto Fernández iba a ajustar el valor de los derechos de exportación, que, al ser una suma fija en pesos por dólar exportado, había comenzado a reducir su incidencia a medida que el peso se devaluaba. El gobierno efectivamente actualizó el gravamen en sintonía con el valor inicial que había fijado Mauricio Macri en 2018, pero quedó pendiente un incremento adicional que es el que se está discutiendo ahora.
El cierre del registro de exportación dio a entender que el anuncio era inminente e incluso se especuló con que el presidente Fernández iba a anunciar la suba en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, pero finalmente el mandatario evitó la confirmación de la medida.
“En este proceso de desarrollo económico federal y en un marco de crisis fiscal como el que vivimos, el campo debe ser un protagonista importante. Los hemos convocado para que con su esfuerzo colaboren en la lucha contra el hambre”, aseguró el mandatario. “Los horticultores, los productores de fruta, de cereales, de carne o de leche tienen mucho que dar a los que necesitan. Pero también deben hacer el esfuerzo aquellos que producen y exportan porque tienen mejores condiciones en la Argentina de hoy”, agregó.
Fernández insistió con que uno de los objetivos del gobierno es que el campo crezca. De hecho, destacó que se han ocupado de mejorar el acceso al crédito, mantener congelado el precio del combustible para que no los afecte y estabilizar la divisa lo que “ayuda mucho a la hora de comprar insumos”. No obstante, dejó clara su postura en materia impositiva: “Hemos hecho una propuesta generosa en materia de derechos a las exportaciones en la que solo se incrementa uno de un total de veinticinco cultivos que hoy están afectados por esos derechos”.
El presidente aclaró que la propuesta “preserva la situación de los pequeños productores y respeta en un todo las condiciones que nos fueran impuestas por la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva”. También sostuvo que se apuntará a favorecer “a muchos cultivos y particularmente se buscará el desarrollo de las economías regionales”. No obstante, los integrantes de la Mesa de Enlace rechazan la suba de 3 puntos a la soja. Chemes, de CRA, dijo que “la propuesta no es generosa” y amenazó con medidas de fuerza.
En declaraciones de prensa, el dirigente también consideró que “los productores están atrapados en la voracidad de los gobiernos, que nos exigen pagar lo que ya no tenemos”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, también cuestionó la propuesta oficial. “Se continúa poniendo el foco en la contribución del sector privado vía impuestos sin que exista un esfuerzo conocido, concreto y sincero por mejorar las cuentas públicas por vía del control de los gastos”, disparó.
Asimismo, el secretario de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Daniel Kindebaluc, lamentó que “a pesar de la promesa del gobierno de consensuar todas las medidas con las entidades, el presidente haya decidido avanzar con el aumento de las retenciones a la soja, aunque no la haya nombrado”. De este modo, relativizó el gestó presidencial que evitó la confirmación del aumento para no generar conflicto con las entidades.