Los museos están desiertos: ¿son iglesias católicas?

El próximo 8 de marzo se clausura la muestra “Encuentro con El Mataco” en el Museo Histórico Provincial de Rosario Dr. Julio Marc. Inaugurada en julio del año pasado, la exposición fue curada por Faivovich & Goldberg, dos artistas que se expresan en obras originadas a partir de meteoritos.

¿La vaciedad pública de los museos es una consecuencia de sus “administradores”?

Las instituciones culturales son instancia directa de la Historia misma. Con algún parecido a la devastación sufrida en la Vigil; en tiempos de la última dictadura cívico-militar, cuando el “Julio Marc” no tenía bien archivado su patrimonio, cierto director terrateniente habría “regalado” armas históricas, entre ellas una pistola que había pertenecido a Lisandro de La Torre.

Algunos escándalos se callan con el silencio, el oportunismo y las justificaciones burocráticas. Del mismo modo que muchos santafesinos desconocen que Cayastá era un fuerte inca, que según algunos historiadores significaba en quechua “Hasta acá llegamos” y que el río Carcarañá era “la frontera de los cueros sucios”; hay muchos sucesos que se pretenden camuflar. ¿Alguien recuerda los cuadros robados en el Museo Histórico en 2010? ¿Quién los había montado en el único rincón a donde no llegaban las cámaras de seguridad? ¿Algún empleado de entonces ocupa hoy algún cargo institucional?

El meteorito apodado “El Mataco” fue encontrado en 1937 en Campo del Cielo por un médico que fuera presidente de la Sociedad Rural local, el terrateniente Bartolomé Vasallo y lo donó al Museo Histórico en 1941. Estuvo exhibido en sus veredas hasta ¿1992?

¿Se puede “administrar” Historia sin respetar/conocer la cultura de nuestros pueblos originarios?

En la página web del Museo, se promociona la muestra “Encuentro con El Mataco” argumentando que se “convocó al dúo Faivovich & Goldberg, ya que el museo carecía de documentación o referencias”. ¿Es así? ¿El nivel académico del personal del museo impide afrontar esa responsabilidad?

Pareciera que en el Museo Provincial se desconocen muchos aspectos de nuestra Historia, como del dúo Faivovich & Goldberg. En 2012, estos “artistas” intentaron exponer como objeto de arte al Meteorito Chaco en la (d)ocumenta 13 de Kassel. Para hacerlo “se movieron” muchas influencias: en la sesión extraordinaria la Cámara de Diputados de Chaco Nº2- 29/12/2011, con el doble voto de su presidente obtuvieron autorización para trasladar y exhibir el meteorito “El Chaco” hacia Alemania.

Este meteorito pertenece a una lluvia de estrellas que se produjo hace 4000 años en Campo del Cielo. Desde entonces algunas naciones originarias (qom, moqoit, wichís) tenían sendas de peregrinación hasta el lugar, que abarcaban una considerable región de unos 200 a 250km. Allí tenía lugar un culto solar “insubstancial e indefinido” asociado a la más famosa de estas masas meteóricas, el “Mesón de Fierro”. Creían a esta masa desprendida del sol. Existía una creencia sobre la transfiguración del meteorito en un árbol de “irisaciones radiosas y brillantes, que tañía como cien campanas”.

El costo por el traslado y el seguro del meteorito de 37 toneladas desde Chaco a Alemania era de varios millones de dólares. Pero no era sólo un problema económico, sino de desprecio cultural. En ese tiempo la Fragata Libertad estaba embargada en Ghana por los fondos buitres. El meteorito El Chaco podía correr la misma suerte.

En los primeros meses de 2012, autoridades de pueblos originarios chaqueños, antropólogos y artistas se movilizaron, se constituyeron en el “Colectivo Campo del Cielo” para impedir el traslado y exhibición como pieza exótica.

El meteorito El Chaco no viajó a Kassel. En la inauguración de la (d)ocumenta 13, su curadora Carolyn Christov-Bakargiev, fue interpelada por Guillermo Fiallo (integrante del Colectivo Wokitoki).

Esta es una historia que Faivovich & Goldberg pretenden olvidar. No pudieron montar su show espectacular, el meteorito El Chaco fue la “presencia de una ausencia”. “the weight of uncertainty/el peso de la incertidumbre” fue el título de la obra exhibida en la muestra donde algunos alemanes intentaron reparar los crímenes cometidos por los nazis hacia lo que ellos llamaron “arte degenerado”.

 

¿Cuánto le costó a nuestra provincia la puesta en valor de El Mataco?