A 44 días del homicidio que conmocionó al país, y por el cual hay diez rugbiers imputados -ocho de ellos detenidos-, los padres de Fernando Báez Sosa reiteraron el pedido de justicia y manifestaron angustia en la primera fecha del cumpleaños sin él. “Voy a saludar a mi hijo, a decirle que estamos de pie luchando hasta que se consiga Justicia por él y por todos los chicos que la necesitan. No tenemos vida”, dijo Silvino en la puerta del edificio donde viven él y su esposa, minutos antes de partir hacia el cementerio. “Cada día que pasa nos sentimos más vacíos. A nosotros nos hace falta algo y ése algo es Fernando”, agregó.
"No tenemos consuelo", dijo el papá de Fernando Báez Sosa, este lunes, cuando el joven asesinado a golpes y patadas el 18 de enero pasado en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell hubiera cumplido 19 años. En el día del cumpleaños de su hijo, Silvino Báez aseguró en la puerta de su casa del barrio porteño de Recoleta, y antes de partir rumbo al cementerio de Chacarita que siente un “dolor inmenso” y “bronca”. En tanto Graciela, mamá de Fernando, dijo que “sólo tengo tristeza en el alma", que la fecha era "muy difícil" para ella. Quisiera "retroceder el tiempo para poder volver a abrazarlo", añadió.
“Fernando no está, eso es lo más difícil. Nosotros tratamos de sobrellevarlo como podemos, no tenemos otra forma, no tenemos consuelo”, afirmó el padre de la víctima, quien agradeció al colegio Marianista de Caballito, en el que cursó la secundaria Fernando, por la misa organizada para recordarlo.
En cuanto al avance de la causa judicial, dijo que ”sabemos muy poco de eso, pero creo que están en buen camino”. Y agregó: “tengo enojo, a mí me corre sangre por las venas, pero hasta que la Justicia haga todo su trabajo yo no puedo andar diciendo cosas que no debo”, comentó.
En tanto la mamá del joven contó que "a esta hora estaríamos preparando todo para su fiesta, porque a él siempre le gustaba festejar su cumpleaños, reunía a varios amigos”, y agregó conmocionada que “hoy no hay torta, no hay vela que apagar, solo ir a visitarlo en su tumba y llevarle flores”.
La mujer agregó que "quisiera retroceder el tiempo para poder volver a abrazar" a Fernando, y relató que "siempre salía a comprarle lo que le gustaba y le preparaba el desayuno", pero que "todo eso se acabó". "Hoy no tengo palabras, sólo tristeza en el alma y el corazón, sólo deseo que todos me ayuden, que no me abandonen, para que se haga justicia por mi hijo, porque lo que le hicieron no tiene perdón. Vinieron todos mis hermanos de Paraguay, siempre vinieron para festejar, pero esta vez es distinta porque Fer no está, no podemos darle ese abrazo que él siempre esperaba de nosotros, es una tristeza inexplicable”.