Mientras transita sus últimos meses de existencia y la temporada se acerca a su fin, la Superliga tendría la intención de modificar la cantidad de descensos directos y el formato de los mismos. Así las cosas, el peor y segundo peor equipo de la tabla de los promedios bajarán de categoría, mientras que el de tercer peor promedio tendría la posibilidad de disputar un partido de Promoción con el perdedor del Reducido de la Primera Nacional.

El proyecto será el eje central de la próxima asamblea de la Superliga, sin una fecha determinada pero que podría realizarse esta semana. El objetivo del apresurado cambio sería mantener la actual cantidad de equipos en Primera División (24), ya que con la anterior metodología, la próxima liga se iba a disputar con 23 clubes luego de los tres descensos directos y los dos ascensos.

La noticia tuvo buena recepción en diferentes lugares. Primero y principal, entre los equipos que luchan por mantenerse en la máxima categoría cuando quedan sólo doce fechas para el fin de la temporada (una de la Superliga y once de la Copa Superliga). Entre ellos se destaca el Gimnasia de Diego Maradona, que viene en levantada y se acerca a sus principales competidores: Patronato, Colón, Aldosivi, Central Córdoba y el últimamente alicaído Arsenal.

Por otra parte, se les dio una esperanza más a los 32 clubes de la Primera Nacional, que se disputaban los escasos dos ascensos. Y por último, los partidos de Promoción siempre tuvieron un condimento extra en la definición mano a mano por una plaza en Primera, por lo que su regreso despertará el interés del público -siempre que su club no esté metido en el medio- y, por ende, el de las cadenas dueñas de los derechos de televisación.

Estos cambios en el reglamento se avecinan junto al fin de la Superliga como organizadora de los torneos de Primera. La AFA volverá a ocupar su rol de mando con la creación de la Liga Profesional de Fútbol, que tendrá al presidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, como titular; secundado por Rodolfo D'Onofrio y Jorge Ameal, de River y Boca, respectivamente. Entre muchos ítems, también se vislumbra desde allí el regreso de los torneos cortos y la idea de, al cabo de un año y medio, volver al calendario estipulado entre febrero y diciembre, tal como pretende la Conmebol.