Facebook es para los padres. Twitter, un criadero de trolls. Instagram es el reino de la purpurina, la publicidad encubierta y la nada. O por lo menos así parecen verlo los preadolescentes del mundo y de más acá. Lo nuevo de lo nuevo es un invento chino: TikTok. Una red social adictiva e hiperquinética para crear videos muy breves, en clave humor, donde el tono Cha cha cha, el playback y la destreza física le ganan por lejos a otro tipo de contenidos.
Es la primera app de características sociales creada y gestionada por una empresa china que triunfa a semejante nivel en Occidente: de este lado del mundo se llama TikTok (la versión original china es “Douyin”) y es un éxito descomunal.
La empresa matriz es ByteDance y compite de igual a igual con Instagram, Facebook y Youtube, y ya expresó sus intenciones de absorber a Twitter y a Snapchat. Entre las cinco apps más populares del planeta, es la única que no pertenece a Mark Zuckerberg, este año se convirtió en la más descargada en el mundo. Bajó del podio nada menos que a WhatsApp.
En palabras de sus propios dueños que conversaron con este diario: “TikTok es el principal destino del mundo para videos móviles de formato corto y vertical, ya sea para crear y / o descubrir videos auténticos e interesantes que sean alegres y divertidos”. Así la describe Marina Wang, Editora Ejecutiva de Douyin, quien se refirió a la app como “una plataforma inclusiva que fomenta un fuerte sentido de comunidad y pertenencia donde se alienta a todos a ser auténticos”.
TikTok es cuestión de tiempo
Para Miquel Pellicer, experto digital radicado en España y Director de Innovación de la agencia Interprofit, el efecto de encantamiento que TikTok produce en los púberes reside principalmente en sus posibilidades creativas: “Aprenden a desarrollar contenidos muy interesantes: edición de video, componen música, narran con imágenes. Hay millones de filtros y herramientas, no es nada sencillo de usar, hay que desarrollar habilidades. Puedes tomar un video de otro usuario y editarlo con uno propio. Son posibilidades infinitas. Puedo editarme jugando a la pelota haciendo papelones al lado de otro video con una jugada maestra de Messi”.
De la mano de la popularidad para TikTok llegaron también las polémicas. Una de ellas gira alrededor de las dudas que surgen frente a una app con mayoría de usuarios jovencísimos y una supuesta laxitud en sus políticas de privacidad. Uno de los puntos más conflictivos con respecto a este tema es que una vez que se sube un video, cualquier usuario puede descargarlo fácilmente, algo que es un poco, pero solo un poco, más difícil de hacer con otras redes sociales. “La verdad es que lo puedes configurar para que otra persona no te descargue tus videos. Y si yo quiero descargarme un video de otra persona en Instagram por ejemplo, por más que la app en sí no lo permita, hoy es muy sencillo grabar lo que sucede en la pantalla. Sí, hay miedos con respecto a ciertos lugares oscuros de los contenidos a los que pueden acceder los menores y las formas de facilitar o no cierto un control parental. Sé que la plataforma está trabajando en ello. Pero estos peligros son los mismos que con cualquier aplicación”, opina Pellicer.
Para Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (www.ceeta.org) el furor de TikTok entre preadolescentes toma la forma de un universo paralelo sólo apto para menores. “Diría que para los niños y adolescentes argentinos hoy es la red social principal. Es el medio de comunicación que más usan, ya sea para chicos de cualquier estrato sociocultural, como para lxs adultxs podría ser hoy WhatsApp”. Es una comunidad, donde lxs tiktokers intercambian música, dialogan, se informan, se desinforman, se comparan, se imitan, eligen cómo vestirse, comparten sus angustias, sus anécdotas, se aconsejan, se enamoran, se pelean, se odian. Según Castro, TikTok es para esa franja etaria el gran generador de movimiento y ruido social “de velocísima expansión, que genera adhesión y a veces fanatismo y adicción. Es un espacio donde se habla mucho de discriminación pero también se la sufre”.
“Se habla desde los derechos de las mujeres hasta tips de cómo esquivar la injerencia de los padres. Es para los preadolescentes una comunidad global con sus propias reglas, sus propios lenguajes, deberes y obligaciones, donde pasan muchísimo tiempo del día”, asegura Castro, que recibe muchas consultas sobre el tema. “Allí circula información y los chicos se conectan mucho de modo virtual, pero la contracara de esto puede ser la pérdida de habilidades sociales en el mundo real, angustiarse tremendamente al borde del ataque de pánico ante un examen del colegio, mucha vergüenza para interactuar con otros en el mundo real. Chicos que tal vez pasan todo el día sin dirigirse la palabra con nadie en la escuela pero que chatean todo ese tiempo a través de la app, porque a través del celular les resulta mucho más fácil. Lo que yo observo es mucho aislamiento y mucha sensación de soledad desde muy temprana edad, incluso niños”.
Guido Entenberg, Psicólogo e integrante fundación ETCI (Equipo de Terapia Cognitiva Infantojuvenil) relata para Página12 que recibe muchas consultas sobre este tema y pero pone algunos paños fríos al asunto. Su recomendación para lxs adultxs que participan de la crianza de lxs jóvenxs usuarios es: “Háganse una cuenta, empiecen a usar TikTok, vean de que se trata”. Para Entenberg, lo que lxs adultxs pueden hacer ante este tema “no dista mucho de lo que ya hacen fuera de las redes. Lxs chicxs se van a encontrar en TikTok, como en cualquier red social, con los mismos desafíos que se encuentran fuera de ellas. Es imposible cubrir todos los agujeros y rincones de los peligros a los que pueden estar expuestos los chicos. Más que decirles ‘no uses esto’ creo que es mejor tratar de entender qué los motiva tanto, entrar en ese mundo, compartir con ellos. Preguntarles también si saben a qué tipo de cosas se exponen, si saben lo que es el bullying, lo que es el grooming. Preguntarles qué podría pasar si algo llegara a salir mal con uno de sus videos y quedaran expuestos a algo que no les guste”. En resumen, “en vez de decirle a tu hijo ‘dejá la Play’, aprendé a jugar al FIFA, y capaz te puede resultar divertido. Me llegan muchas consultas de gente preocupada por la cantidad de tiempo que los chicos pasan con las redes. Dicen que quieren limitárselo a una hora de pantalla diaria. Y está bien. Pero cuando ellos mismos llegan de trabajar están una hora con el celular y dos con Netflix. Entonces, ¿quién es el que tiene el problema con las pantallas?”.
Yo, tiktoker
En TikTok priman las coreografías, los sketchs de humor absurdo, la galería de vanidades, la anécdota de tono confesional, los challengers (que son desafíos generados por la app, que reta a imitar alguna habilidad corporal o mental, filmarse y compartirla) y también abundan los alegatos contra toda autoridad, imitaciones donde quedan mal parados padres, madres y docentes, entre otras figuras de poder de la niñez y la adolescencia.
El perfil de Cande Copello, tiktoker local y pionera, usuaria desde 2015, con casi tres millones de seguidores, no se distancia mucho de los contenidos más usuales. Esta joven de 19 años le contó a Pagina12 que le dedica a la app de los videos relámpago un poco más de horas que un trabajo de jornada completa: “Paso casi todas las noches viendo videos para inspirarme y actualizarme en las herramientas y posibilidades técnicas y artísticas, porque las van actualizando todo el tiempo y además me lleva unas dos o tres horas diarias producir, grabar y editar mis videos”. También recibe, indicaciones y sugerencias de los talent managers de la app para mejorar su rendimiento, con tips sobre cómo recaudar más likes.
La empresa detrás de TikTok, según la revista especializada Fast Company, tiene más de 40 mil personas contratadas, diez veces más que Twitter, pero millones de generadores de contenido como Cande Copello, que lo hacen gratuitamente. En cierto modo el motor invisible de este fenómeno tecnofinanciero, cuyas ganancias se calculan millonarias y que para 2021 se proyecta que supere los 700 millones de usuarixs, parece ser el tiempo, el cuerpo, la energía, el carísima, la inventiva y demás habilidades de sus tiktokers, por lo menos de aquellxs que a raíz de su número de seguidores pueden considerarse influencers. "Es una pena que todo esto no se monetice para nosotros, como si pasa con los youtubers”, lamenta Copello. “Al contrario de YouTube, TikTok no le paga a sus influencers. Sí me han invitado a viajes, como cuando con 16 años me llevaron a Los Ángeles a un encuentro de tiktokers de todo el mundo”. La paga que reciben lxs tiktokers es indirecta y la mayoría de las veces por canje, a través de marcas que se contactan para que usen y recomienden sus productos.
TikTok ¿es una bomba?
“Desde escenas cómicas hasta clips rápidos de rutinas diarias, TikTok muestra una amplia gama de contenido creativo e inspirador que brinda alegría ilimitada a todos sus usuarios de todas las edades y generaciones, todo a través de una aplicación fácil de usar. TikTok ofrece algo para todos. No hacemos hincapié en los jóvenes, sino que trasciende generaciones”: así la describe Marina Wang desde la casa matriz de ByteDance en Beijing, con énfasis en palabras como “felicidad” y “pureza”. Sin embargo, si bien TikTok se presenta como una app de diversión apolítica, Estados Unidos la tiene en la mira como una posible una amenaza para la seguridad nacional.
En los últimos días, la administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) les prohibió a sus empleados descargar la app de origen oriental en sus teléfonos personales. Y se analiza extender la medida al ejército y a otras áreas vinculadas con Defensa. “Estos videos realmente te hacen reír, son creativos, pero China podría estar riéndose por razones muy diferentes y eso debería preocuparnos”, dijo el senador demócrata Chuck Schumer, uno de los impulsores de las restricciones al uso de la app en las áreas de gobierno del país del norte.
También hubo acusaciones contra TikTok de “sembrar propaganda islámica” -según The Wall Street Journal- y hasta hubo voces que advirtieron que la app china era usada como plataforma de propaganda de Estado Islámico para hipnotizar y reclutar infantes. En resumen, un gran estado de alerta envuelve a TikTok, que viniendo de parte del país gobernado por Donald Trump funciona como un irónico espejo invertido: pánico ante la sospecha de que a través de la app el gobierno chino obtenga información de metadata de ciudadanos norteamericanos… ¡teléfono para Cambridge Analytica!
A pesar de haber sido diseñada explícitamente para desmotivar el intercambio de noticias (casi no hay marcas temporales en los posteos, ni posibilidad de compartir links y los anuncios políticos están prohibidos explícitamente), la sensación de confesionario y verosimilitud que otorga el facetime, la brevedad y pregnancia de los mensajes y la facilidad que ofrece para viralizar un video aún si el usuario tiene un número relativamente pobre de seguidores, hacen de TikTok la manera más efectiva para que cualquier individuo de a pie llegue a una audiencia considerable en un lapso corto de tiempo.
TikTok es el mensaje
Es por esto que los equipos de campaña de Estados Unidos hace rato que miran con otros ojos ese espacio para replantear sus estrategias de contenidos. Trump, quien con tanta habilidad ha sabido hacer un chiste de sí mismo, lo sabe perfectamente. Uno de los videos con record en reproducciones salido de TikTok es el que repone la letra de la canción “Señorita” a partir de fragmentos de los discursos del Presidente de Estados Unidos. Pero no todas son flores para el oficialismo. También se cuenta entre los más virales de los últimos meses el montaje que tiene a su vice, Mike Pence, de protagonista, con el que se da a entender que está a favor de las terapias de shock para la “conversión” para personas lgbti.
“Tal como los grandes medios como The Washington Post están llegando a TikTok y lo hacen aggiornándose a esta estética tan fresca, en España Podemos también tiene allí su perfil. Es el único partido que de momento está, pero van a ir llegando los otros”, agrega el experto español Miquel Pellicer. “Esto se explica porque el elector de Podemos es un votante joven y se trata de una fuerza política que se consolidó alrededor de las protestas del 15M, es decir, hay un gran entrenamiento en manejo de redes. Es un partido nativo digital”.
Para Pellicer, “los políticos en general se están dando cuenta de que en TikTok hay un gran poder de narrativa. Y si no, mírenla a Alexandria Ocasio-Cortez”. Pellicer se refiere a la congresista más joven de la historia norteamericana, hija de migrantes latinos, con poca experiencia partidaria y, sin duda, la gran estrella del momento de la comunicación política. Lo que Pellicer describe como “una verdadera millennial parlamentaria: basta con ver sus Instagram live, que son un éxito. Alexandria registra lo que hace en sus stories y responde los comentarios de todo el mundo”. Tal como describe Pellicer: “TikTok se está convirtiendo en un buen terreno de juego de cara las elecciones en Estados Unidos en el que se reúnen creadores de contenidos, periodistas, analistas políticos, medios y candidatos”.
No es un dato menor que casi la mitad de lxs usuarixs de TikTok tengan entre 14 y 26 años, es decir, lxs votantes que este año se incorporan a a votar en Estados Unidos. Además de futuros creadores audiovisuales y electores debutantes, podría pensarse que la app oriental ya acoge a quienes van a reemplazar en pocos años a los analistas políticos televisivos. Con la pose frente a cámara como estado natural y de entrecasa, lxs tiktokers han entendido perfectamente el quid para hacer llegar sus mensajes sea cual sea el contenido: sin tiempo para el parpadeo y ante una audiencia que pide cada vez mayor velocidad, la letra entra, antes que con sangre, con humor y en forma de meme.