El presidente de Estados Unidos Donald Trump sigue desbocado pegándole a sus rivales demócratas. Muy cómodo en ese juego tomó como eje de sus críticas a Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, al que ve como su rival más serio a la presidencia. Pero tambíen repartió bromas contra Bernie Sanders, al que califica como “Bernie el loco”. Y no dudó en ocuparse de Mike Blooberg, el multimillonario demócrata que se presentó por primera vez en la interna durante el supermartes.
Trump enfocó buena parte de sus ataques contra el exvicepresidente Joe Biden que según las encuestas tiene chances de sacarlo de la Casa Blanca en los comicios de noviembre. “¡GUAUU! Joe ´el dormilón´ no sabe dónde está o qué está haciendo. Honestamente, ¡no creo que ni sepa para qué se postula!”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter. El martes Trump se presentó en Charlotte en uno de sus actos llamados “Hagamos América Grande otra vez” flanqueado por una enorme bandera estadounidense. Las tribunas estaban repletas de sus seguidores. El multimillonario reiteró sus acostumbradas diatribas patrióticas, hizo alusiones a sus éxitos económicos y lanzó varios insultos a sus rivales. Una y otra vez se burló de los ocasionales furcios de Biden. Dijo que el exvicepresidente estaba tan confundido que esperaba "el superjueves". Luego agregó que si Biden no ganaba la elección lo iban a poner en un hogar de ancianos.
También propinó varios golpes al senador Bernie Sanders. El mandatario reiteró su frecuente afirmación de que el Partido Demócrata intenta robarle a Sanders la nominación presidencial. "Bernie el loco se va a volver (incluso) más loco", dijo Trump generando las carcajadas de su público. El mandatario juega la misma carta ganadora que en 2016: con este mismo estilo de campaña le ganó a Hillary Clinton la presidencia hace cuatro años. "Dentro de ocho meses, vamos a derrotar a los socialistas radicales", proclamó Trump el martes. Sus seguidores se rieron de todos sus chistes y festejaron cada una de sus ocurrencias. El mandatario potenció la sensación de unidad que da su partido frente a lucha interna demócrata. "Tenemos el entusiasmo", dijo Trump, agregando que los demócratas se estaban peleando entre ellos con odio.
Sus cañonazos mediáticos también estuvieron dirigidos contra Bloomberg. “Mini Mike Bloomberg nunca puede recuperarse de sus incompetentes actuaciones en los debates. Además, ya como alcalde era muy malo bajo presión”, publicó Trump en Twitter. También aprovechó para pegarle por algunas de sus promesas de campaña. “Texas y Oklahoma: Mini Mike Bloomberg terminará con sus perforaciones, el fracking y las tuberías. (…) Empleos en energía desaparecidos. ¡No voten por Mini Mike!”, señaló también en Twitter.
Resta saber si las fervorosas bases de Trump le van a alcanzar para obtener un segundo mandato. Desde el inicio de su gestión las tasas de aprobación estuvieron por debajo o en torno al 50 por ciento. En cada uno de sus mitines también quedan expuestas sus limitaciones. El mandatario no hace ningún esfuerzo para captar los votos por fuera de sus seguidores. Lleva adelante una predicación para convencidos. Reitera sus oscuras visiones sobre inmigrantes indocumentados y homicidas, terroristas y socialistas que buscan destruir el estilo de vida estadounidense. Como de costumbre casi no hubo negros entre su público durante el acto del martes. Sin embargo, menos de media docena de afroamericanos permaneció de pie detrás del presidente. Esa ubicación los dejó dentro de la imagen captada por las cámaras de televisión.